Científicos creen que las estrellas podrían tener agujeros de gusano en su centro conectando a puntos distantes del universo donde estaría una estrella siamesa
No hay duda que la cosmología va a la vanguardia en encontrar reflejadas en el universo las grandes metáforas de la poesía (¿Es la cosmología la teología moderna). Una más a la constelación –que teje puentes entre el cielo y la tierra-: científicos rusos creen que dentro de las estrellas podrían haber agujeros de gusano que se conectan a partes distantes del universo, atajos que doblan la fábrica del tiempo espacio. Como si el centro de una estrella fuera un portal espacial, atravesando ese vórtice nuclear hacia lugares remotos que de otra forma –bajo el rigor de la física- difícilmente se podrían salvar en distancia.
Y lo que es aún más extraordinario es que del otro lado del espejo astral debe de haber otra estrella gemela, siamesa, brillando sobre otros planetas en su crisálida (para aquellos que creen en las almas gemelas: las estrellas).
Los agujeros de gusano son una especie de atajos que conectan partes distantes del universo, que existen teóricamente ofreciendo soluciones matemáticas estables a las ecuaciones de la relatividad, de forma similar a los agujeros negros (los cuales también se ha teorizado contienen agujeros de gusano).
Vladimir Dzhunushaliev, de la Universiadad Euroasiática Nacional en Kazajistán, cree que no existe razón por la cual estos agujeros de gusano no deberían de contener materia.
Imaginando una estrella normal o una estrella de neutrones con un aguegro de gusano en su corazón: “Para un observador distante esa estrella parecería como cualquier otra estrella”, dice el cosmólogo.
Sin embargo, habrían algunas diferencias, ya que esta estrella tendría que tener una gemela del otro lado del agujero de gusano. Las gemelas siamesas separadas por un túnel a través del universo pulsarían de forma inusual. Esto se debería a que la materia exótica en el agujero de gusano fluiría entre ellas como dentro de un tuvo líquido con forma de U, manteniendo una resonancia que las haría oscilar.
Esto podría llevar a la emanación de energía en distintas formas, creando, por ejemplo, rayos cósmicos de alta energía.
Esto también supone que sería posible descubrir a estas estrellas siamesas calculando las oscilaciones y tomando en cuenta las singularidades que producirían, algo nada fácil de hacer.
Si es que existen estas estrellas con corazones de agujero de gusano sería hipotéticamente muy útil encontrarlas ya que podrían ser la única forma en la que podríamos cruzar las distancias astronómicas del universo.