Tratar con la muerte de un ser querido no es nada fácil. Expertos en el asunto, como la reconocida psíquica y vidente Elise Defer, afirman que en gran numero de ocasiones los entes queridos fallecidos se tratan comunicar con sus familiares vivos, por medio mensajes o señales. Estos espíritus usan varios procedimientos de comunicación, pero por norma general son sutiles, por lo que se acaban descartando.
Pero lo que gran cantidad personas no conocen es que las historias sobre entes queridos que han fallecidos llevan apareciendo en la literatura desde hace siglos, pero no fue incluso el siglo XX que el fenómeno empezó a estudiarse científicamente. Uno de los primeros investigadores en dedicar parte de su vida en investigar el fenómeno fue Sir William Fletcher Barrett, maestro de Física en el Royal College of Science de Inglaterra. En 1926 dio a conocer sus hallazgos en varios artículos y libros, donde demostraba que no se trataba de un fenómeno aislado y que lo experimentaba personas de distintos edades y de diferentes estatus sociales.
en cambio, la comunidad científica jamás ha dado credibilidad a este tipo de investigaciones, descartando por completo la existencia de la vida después de la muerte y de los espíritus. Durante demasiado tiempo, tanto los investigadores como los escépticos han tratado como a locos a todo aquel que ha afirmado haber tenido este tipo de experiencias. Por suerte los tiempos cambian, y actualmente un nueva ensayo investigador ha comprobado que seis de cada diez personas han observado o han escuchado a sus entes queridos fallecidos, descartando así que se trata de algún tipo de alucinación.
Una experiencia asombroso demostrada científicamente
Expertos de la Universidad de Milán reconocieron que se quedaron sorprendidos por la gran cantidad de personas que habían afirmado haber tenido este tipo de experiencias y dijeron que el fenómeno es demasiado más normal de lo que pensamos, ya que gran cantidad personas afligidas son renuentes a informar sobre sus experiencias por miedo a ser considerados como enfermos mentales.
Según el periódico británico Daily Mail Online, el equipo de la Universidad de Milán explicó que las“experiencias alucinatorias post duelo (PBHEs)” son experiencias sensoriales anormales experimentadas con frecuencia por personas en duelo sin antecedentes de trastornos mentales.
“En general, la evidencia sugiere una sorprendentemente alta prevalencia de PBHEs, que van desde el 30 por ciento al 60 por ciento, entre individuos, que da consistencia y legitimidad a estos fenómenos”, dice el ensayo publicado en la revista científica Journal of Affective Disorders.
Jacqueline Hayes, un académico de la Universidad de Roehampton, Inglaterra, que además ha estudiado las PHBEs durante demasiados años, prefiere llamarlos “experiencias de presencia continua (PAE)” debido a las connotaciones negativas del término“alucinaciones”. la Dra. Hayes ha entrevistado a personas de todas las edades y de todo el planeta, que han perdido cónyuges, padres, hijos, hermanos y amigos.
“Las personas informan sobre visiones, voces, sensaciones táctiles, olores, y algo que llamamos una impresion de presencia que no está necesariamente relacionada con cualquiera de los cinco sentidos”, explicó la Dra. Hayes.“Se producen involuntariamente, y, por ejemplo, no mientras alguien está aposta recordando. He hallado que en ocasiones estas experiencias están vinculadas con la curación y la transformación, por ejemplo, al escuchar a un ser querido pidiéndole disculpas por algo que sucedió. Por lo tanto, es muy natural que estas estrechas relaciones continúen después de la muerte, inclusive las interacciones pueden ocurrir como anteriormente.”
Varios expertos han sugerido que estas experiencias son parecidas a las experimentadas por los enfermos de trastorno de estrés postraumático, pero la Dra. Hayes manifestó que no hay ningún tipo de relación.
“Las experiencias de presencia continua pueden ocurrir demasiados años más tarde, y tambien cuando los afligidos ya no están traumatizados y por lo general no son ninguna figura de recuerdo, por lo que son nuevas experiencias”, continuó explicando la Dra. Hayes. “Si son útiles o inútiles depende de la naturaleza de la relación con el difunto.”
De una vez por todas los investigadores se han atrevido a investigar uno de losfenómenos paranormales más conocidos por la población, y que durante años ha sido desacreditado tanto por la comunidad científica como por los más escépticos. Actualmente solo nos queda preguntarnos: ¿Por qué los entes queridos fallecidos desean comunicarse con nosotros después de abandonar esta realidad?