La astroquímica es el estudio de cómo las moléculas pueden formarse y reaccionar en el espacio. Sus raíces se remontan al siglo XIX, cuando astrónomos como William Wollaston y Joseph von Fraunhofer comenzaron a identificar elementos atómicos a partir de las líneas espectrales del Sol. Pero no fue hasta las últimas décadas que el campo comenzó a madurar.

La primera identificación de una molécula en el espacio fue en 1910 durante un acercamiento cercano del cometa Halley. Los astrónomos detectaron la presencia de cianógeno (CN) 2 en la cola del cometa. También conocido como cianuro venenoso, el descubrimiento causó un poco de pánico entre el público . Los radioastrónomos descubrieron otras moléculas simples en las décadas de 1940 y 1950, pero no fue hasta 1969 que se descubrió la molécula más compleja de formaldehído (CH 2 O). El formaldehído es uno de los carbohidratos más simples. Dado que los carbohidratos complejos son fundamentales para la vida en la Tierra, este descubrimiento abrió la puerta a la posibilidad de otras moléculas orgánicas en el espacio.

Los estudios de meteoritos mostraron la presencia de muchas moléculas complejas, incluidos los aminoácidos. A menudo se hace referencia a los aminoácidos como los componentes básicos de la vida, ya que 22 de ellos se encuentran en el ADN y el ARN, y los organismos vivos usan aminoácidos para construir proteínas. Pero identificarlos en el espacio es difícil. Cuanto más compleja es la molécula, más complejo es su patrón de líneas espectrales, lo que dificulta distinguir moléculas particulares.

Pero gracias a la espectroscopia de alta resolución, hemos mejorado. En 2003, los astrónomos detectaron la presencia del primer aminoácido en una nebulosa interestelar. La glicina (C 2 H 5 NO 2 ) es el aminoácido estable más simple y un neurotransmisor inhibidor. Más tarde se observó en las colas de los cometas y en las guarderías estelares, lo que sugiere además que los aminoácidos de la vida se formaron por primera vez en el espacio a través de procesos abióticos.

Ahora se ha descubierto otro aminoácido en el espacio. Tal como se publicó en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society , un equipo de astrónomos ha descubierto C 11 H 12 N 2 O 2 , también conocido como triptófano. Probablemente lo conozcas gracias a las cenas de Acción de Gracias y la idea apócrifa de que la carne de pavo te adormece. Se encuentra en varios tipos de carne, así como en plantas como la avena y los garbanzos. Dado que los humanos no pueden producir triptófano y lo necesitamos para vivir, es uno de los aminoácidos esenciales.

La molécula fue identificada en el Complejo Molecular de Perseo, que es un grupo de nubes moleculares y regiones de formación de estrellas a unos 1.000 años luz de la Tierra. Utilizando datos del telescopio infrarrojo Spitzer, el equipo identificó 20 líneas de emisión espectral exclusivas del triptófano. Se encontró en una región bastante cálida de una región de formación de estrellas, a unos 280 Kelvin. Esto sugiere que es probable que se encuentren otros aminoácidos en nubes moleculares cálidas.