En nuestro artículo de 2013 ‘Prueba científica de que la raza humana fue creada por extraterrestres’ hemos escrito sobre los diversos estudios científicos que indican que el llamado 97% de secuencias no codificantes, originalmente conocidas como “ADN basura” en el ADN humano, no es nada menos que el código genético de formas de vida extraterrestres. La abrumadora mayoría del ADN humano es de origen “extraterrestre” y el “programa” completo definitivamente no fue escrito en la Tierra y que el código matemático en el ADN humano no puede explicarse por la evolución.
En un episodio de Ancient Aliens ‘Los oscuros secretos de la genética extraterrestre-humana’ se proporciona más evidencia de que todos los humanos son el resultado de la manipulación genética extraterrestre.
Transcripción: En medio de la noche de 2008, Charmaine de Roserio Sage, de 20 años, estaba durmiendo cuando se despertó abruptamente al ver algo aterrador: un humanoide reptil de pie sobre ella. Charmaine describe el encuentro vívidamente: “Me desperté y un reptil entró en la habitación. Fuimos a una cueva subterránea donde un grupo de reptiles me rodeó. Cada uno puso una mano sobre mi cuerpo y comencé a cambiar. Fue una experiencia extraordinaria pero extraña ver cómo mi cuerpo se transformaba de una forma humana a una de reptil, con mi piel suave transformándose en escamas y emergiendo una cola”.
Charmaine afirma que durante esta experiencia aprendió que todos los humanos son el resultado de la manipulación genética alienígena, aunque algunas personas se ven más afectadas que otras. Cree que diferentes razas extraterrestres han visitado la Tierra a lo largo de la historia y han manipulado selectivamente a ciertos grupos de humanos. Según ella, estas intervenciones alienígenas son parte de una guerra en curso entre varias especies inteligentes, que luchan por el territorio e implican la creación y manipulación de formas de vida.
En 2010, un grupo de biólogos dirigido por Sante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, hizo un descubrimiento notable: los primeros humanos no sólo coexistieron con otros homínidos primitivos, sino que también se cruzaron con ellos. Aún más sorprendente fue la sugerencia de que otra especie no identificada también podría estar representada en el ADN humano. Este hallazgo desafía la visión tradicional de la evolución humana como una progresión directa desde los homínidos anteriores hasta los humanos modernos.
El Dr. John Hawks, antropólogo de la Universidad de Wisconsin, realizó un análisis exhaustivo del ADN humano y descubrió que el ritmo de la evolución genética en los últimos 5.000 años ha sido 100 veces más rápido que en cualquier período anterior de 5.000 años. Esto plantea la pregunta: ¿qué causó cambios tan rápidos en el ADN humano? ¿Es posible que seres extraterrestres se cruzaran con humanos en los últimos 5.000 años, lo que dio lugar a estas importantes alteraciones genéticas?
Un caso notable ocurrió en Sydney, Australia, en julio de 1992. Peter Khoury se despertó una noche y se encontró paralizado e incapaz de hablar, con una extraña mujer de piel blanca lechosa, ojos grandes y rasgos marcados a horcajadas sobre su cuerpo. Otra mujer, con rasgos asiáticos, estaba de pie cerca. La mujer rubia se tocó el estómago, señaló el cielo y luego ambas mujeres desaparecieron, dejando atrás un solo mechón de cabello rubio.
Khoury llevó el cabello a un laboratorio para realizar un análisis de ADN y los resultados fueron sorprendentes. El cabello era transparente, diferente de cualquier cabello humano, y contenía una combinación poco común de ADN chino y celta. Si bien no probaba de manera concluyente un origen extraterrestre, sí indicaba algo sumamente inusual.
En mayo de 2013, el matemático Vladimir Shcherbak y el astrobiólogo Maxim Makukov publicaron un estudio que sugería que el genoma humano contiene un con patrones matemáticos precisos y un lenguaje simbólico desconocido. Su investigación los llevó a creer que un “sello” extraterrestre podría estar incrustado en nuestro ADN, lo que indica una manipulación deliberada por parte de seres extraterrestres en el pasado distante.
Para los teóricos del astronauta ancestral, este hallazgo respalda la idea de que los extraterrestres modificaron el ADN humano con mutaciones artificiales, creando potencialmente una forma de robots orgánicos, seres inteligentes diseñados por civilizaciones alienígenas avanzadas. Esta teoría también plantea la posibilidad de que nuestro propio impulso por crear versiones cibernéticamente mejoradas de nosotros mismos podría ser una continuación de la misma agenda iniciada por nuestros creadores extraterrestres.
En 1966, los científicos hicieron un descubrimiento revolucionario al descifrar el código genético, revelando que el ADN está estructurado en grupos de tres moléculas conocidas como codones o tripletes. Este descubrimiento fue revolucionario porque insinuó la posibilidad de que la prueba definitiva de la participación extraterrestre en nuestro pasado pudiera encontrarse en nuestro propio ADN, en lugar de en artefactos físicos como naves espaciales estrelladas.
Los teóricos del astronauta antiguo argumentan que esta estructura triplete en el ADN podría ser evidencia de manipulación extraterrestre, sugiriendo que el número tres es clave para comprender nuestro lenguaje genético y nuestra conexión con seres de otro mundo.
¿Podría ser esta la prueba definitiva de que los orígenes de la humanidad no son únicamente terrenales sino que están entrelazados con influencias extraterrestres?
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