En un relato que parece sacado de las páginas de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, una mujer de Kansas ha compartido una experiencia que desafía la comprensión. Charlotte Holmes, una bisabuela de 68 años, asegura haber visitado tanto el cielo como el infierno durante una experiencia cercana a la muerte que duró 11 minutos.
Todo comenzó en septiembre de 2019, durante un chequeo cardíaco rutinario. La presión arterial de Holmes se disparó a niveles alarmantes: 234 sobre 134. Los médicos, preocupados, le advirtieron que estaba al borde de un derrame cerebral o un ataque al corazón. En ese momento crítico, su corazón se detuvo, y los médicos la declararon clínicamente muerta.
Lo que siguió fue un viaje extraordinario. Holmes describe haber sido llevada al cielo, donde experimentó una paz indescriptible. Pero su viaje no terminó ahí. Según su relato, Dios mismo la guió hasta el borde del infierno, mostrándole el sufrimiento eterno como una lección que debía compartir con los vivos.
Su esposo, Danny, observó con horror cómo los médicos luchaban por reanimarla. “Vi cómo se activaba el código de emergencia y todos corrían. Pensé: ‘¿Podré llevarla a casa’”, recuerda Danny.
Contra todo pronóstico, Holmes regresó a la vida con un mensaje urgente para la humanidad, un mensaje que asegura le fue encomendado por Dios: debemos vivir con más amor y compasión, evitando el camino que lleva al sufrimiento eterno.
En un relato que parece sacado de una novela de misterio, Charlotte Holmes, una mujer de 68 años de Wichita, Kansas, ha compartido su estremecedora experiencia de haber visitado el infierno y regresado durante una experiencia cercana a la muerte que duró 11 minutos. “Dios me llevó al borde del infierno”, confesó Holmes en una entrevista con The 700 Club.
Su esposo, Danny, corroboró la historia sobrenatural de su esposa, recordando el momento impactante en que Charlotte describió visiones de otro mundo que no estaban físicamente presentes en la habitación, pero que ella estaba presenciando en tiempo real. “Fue entonces cuando supe que ella no estaba en este mundo”, afirmó Danny.
Holmes explicó que su viaje comenzó como una clásica experiencia fuera del cuerpo. “Estaba por encima de mi cuerpo. Podía ver a los médicos haciendo compresiones torácicas, a las enfermeras alrededor, y podía oler las flores más hermosas que jamás había olido. Entonces, oí música”, relató.
En un abrir y cerrar de ojos, Holmes se encontró en el cielo. “Cuando abrí los ojos, supe dónde estaba. Sabía que estaba en el cielo”, dijo. Describió su viaje celestial como uno lleno de alegría pura y sin miedo. Fue recibida por versiones más jóvenes y saludables de familiares fallecidos, así como por santos históricos. “Vi a mi madre, a mi padre, a mi hermana y a otros miembros de mi familia. Todos parecían jóvenes y saludables. Detrás de ellos había una luz tan brillante que no podía mirarla directamente, pero sabía que era mi Padre Celestial”, recordó Holmes.
Después de reunirse brevemente con un hijo que había perdido durante el embarazo, Holmes fue llevada por Dios a un lugar más oscuro, pero lleno de lecciones importantes. Este viaje al borde del infierno, según ella, tenía un propósito: transmitir un mensaje urgente a los vivos sobre la importancia de vivir con amor y compasión para evitar el sufrimiento eterno.
Infierno y cielo. Crédito de imagen: depositphotos.com
También relató su “viaje al infierno”
“Dios me llevó al borde del infierno”, declaró una bisabuela de 68 años con voz temblorosa y ojos llenos de recuerdos sombríos.
Holmes recuerda con claridad:
“Miré hacia abajo y el hedor a carne podrida me invadió. Los gritos eran ensordecedores. Después de haber contemplado la belleza celestial, el contraste con el infierno era casi insoportable”.
En una entrevista con The 700 Club, Holmes explicó que Dios tenía un propósito al mostrarle los horrores que aguardan a quienes viven fuera de la moralidad:
“Él me dijo: ‘Te muestro esto para que entiendas que si algunos no cambian sus caminos, aquí es donde residirán’. Escuché a mi Padre decir: ‘Tienes tiempo de regresar y compartir esto’”.
Holmes y su esposo Danny relataron que, tras dos semanas en observación, ella se recuperó completamente. Sin embargo, Holmes siempre sostuvo que su experiencia fue mucho más que una simple recuperación física; fue una transformación espiritual.
Hasta su fallecimiento el 28 de noviembre de 2023, a la edad de 72 años, la nativa de Kansas compartió su increíble historia en apariciones públicas y conversaciones privadas con amigos, familiares y cualquier extraño interesado.
“La gente necesita esperanza”, decía Holmes. «Quieren saber que realmente hay algo más allá. Quieren saber que todo estará bien.
He tenido el privilegio de guiar a muchas personas hacia Cristo, tal como Él me pidió. Toda la autoridad que Él tenía, nos la ha dado a nosotros.
Es más real de lo que puedas imaginar. Puedo mirarte directamente a los ojos y decirte con certeza: ‘El Cielo es real’».
El testimonio de Holmes no es único. Muchas personas han reportado experiencias cercanas a la muerte con visiones similares, reforzando la creencia de que hay algo más allá de esta vida.
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