Las Líneas Ley recorren los lugares convertidos en centros rituales y ceremoniales por nuestros antepasados.
Las Líneas Ley, también conocidas como Sendas del Dragón, líneas de luz, líneas de energía o líneas espirituales (entre otros nombres), son campos magnéticos terrestres. Unas alineaciones de energía, que se localizan en vórtices magnéticos en la mayoría de los lugares sagrados del mundo, como los círculos de piedras o monumentos megalíticos, iglesias o cementerios, que habrían sido construidas con algún propósito desconocido por pueblos prehistóricos, y modificadas por el tránsito acuífero de los subsuelos o de las grietas de terrenos que entran en fricción. Algunas teorías sobre el posible origen de estas supuestas fuentes se encuentran la arquitectónica y la de la geometría sagrada, mientras que otros piensan que estos puntos focales serían de origen natural y producido por corrientes subterráneas; líneas de acceso y salida para toda clase de manifestaciones paranormales.
¿La verdad? La desconocemos. Pero sí sabemos que las cartografías de estas líneas son usadas por diferentes corrientes religiosas o de pensamiento, como el esoterismo, el ocultismo, la ufología o La Nueva Era.
La “leyenda” de estas líneas, empezaría en Gran Bretaña, ya que los Druidas creían que esta energía se deslizaba cual serpiente a través del suelo como las corrientes telúricas (vías espirituales que recubren todo el planeta).
Algunos de los lugares sagrados son Glastonburyo la catedral de Chartres, levantada sobre un antiguo bosque sagrado de los celtas galos (bosque de los carnutes).
Igualmente creían que esas energías cruzaban los cielos y el interior de la tierra, como cauces energéticos que en ciertos lugares concretos, daban una condición benéfica a la acción de las corrientes telúricas del subsuelo, y ahí creaban un lugar privilegiado que los druidas marcaban mediantes dólmenes o menhires.
Más tarde, estos lugares se convertirían en centros rituales y ceremoniales, en los cuales para favorecer las manifestaciones energéticas, se harían danzas e invocaciones (ya que la creencia de los Druidas era que estos lugares estaban favorecidos por la madre naturaleza), con el fin de recibir beneficios físicos y espirituales.
DESCUBRIMIENTO DE LAS LINEAS LEY
En 1921 Alfred Watkins, un galés jubilado explorador de lugares antiguos, fotógrafo, arqueólogo aficionado (entre otras muchas cosas), notó después de visitar y fotografiar varios lugares en Gran Bretaña que éstos estaban alineados en sincronía por todo el Reino Unido, siendo la primera línea la que lleva su nombre en el condado de Herefordshire.
Watkins acuñó el término de “líneas ley” (ley lines) a partir del hecho que, los lugares donde estas líneas se cruzaban o terminaban tenían a menudo, nombres que acababan en –ley, ly o –leigh, (del anglosajón antiguo que significa prado, tierra limpia o despejada) Y afirmaba que estas líneas eran antiguas vías comerciales procesionales paganas, que conectaban los antiguos lugares de adoración.
(Lugares sagrados de Europa)
En 1922 publicó en libro Early British Trackways y ampliando sus teorías en su siguiente libro en 1925 The Old Straight Track. Más tarde se unieron a Watkins y desarrollaron la noción de tales líneas: John Muir, Henry David Thoureau y William Stukeley y John Michell, quien identificó 22 alineamientos, pero Watkins fue quien le puso el nombre de pila a tales líneas.
Estas teorías fueron rechazadas por la arqueología oficial como divagaciones de un fantasioso, argumentando que los antiguos pueblos de la tierra no poseían los conocimientos necesarios para alinear tales lugares, y la linealidad solo se debía a la casualidad. Pero pronto las líneas ley ganaron popularidad entre personas de diferentes creencias, como los ocultistas y místicos, que creían que podían tratarse de líneas de poder, por las que poder controlar las fuerzas místicas de la propia tierra.
A Watkins esto no le gustó nada, puesto que no quería mistificar su descubrimiento, si no demostrar que los antiguos edificadores poseían un conocimiento en la construcción de vías y astronomía; aunque más tarde comentó:
“Me siento como un hombre común, sacerdote astrónomo, Druida, brujo, ermitaño y quien lee la mano, quienes más o menos estuvieron unidos a tal conocimiento antiguo y de poder, aunque degenerándose llego su ocaso”
En 1940, los entusiastas de estas líneas formaron una asociación internacional llamada The Old Straight Track Club (El Club de los Antiguos senderos rectos), aportando nuevas ideas y puntos de vista a nivel espiritual, como que estas líneas invisibles trazaban los canales naturales telúricos de la tierra y el mundo espiritual y así dejando atrás la simple idea de Watkins. Algunas de las técnicas usadas parara la localización de estas líneas fue la radiestesia o el psiquismo.
En 1969 John Michell escribió en su libro The view over Atlantis que las líneas ley al igual que las grandes pirámides y demás monumentos formaban parte de una antiguo sistema basado en la Geometria Sagrada, el cual una vez canalizada una sutil “corriente dragon” derivaba del magnetismo polar sobre todo el mundo.
Aún se desconoce como nuestros ancestros sabían perfectamente donde construir esos monolitos, iglesias… y que además, coincidieran en una línea recta, que a su vez son lugares perfectos para vivir, ya que están alejados de terremotos, climas extremos, etc.
En Inglaterra, donde comenzó este fenómeno social existen por lo menos 400 líneas ley evidentes e identificadas con miles de conexiones. Aunque las más populares son St. Michael que recorre aproximadamente unos 643 Km y la de St.Mary
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