Los datos de Peace Pledge Information 2003 indican que entre 2001 y 2003 la red estadounidense comprendía 730 instalaciones y bases en más de 50 países y hacía constancia de un personal militar americano en dos docenas de otros países (mapa 2). Otras fuentes mencionan que los USA poseían en 2004 más de 750 bases repartidas en 130 países y sobre todos los continentes. Un gran número de éllas estaban situadas sobre islas. Según C. Johnson, el imperio americano poseería o alquilaría más de 1000 en total en el extranjero (Johnson, 2007). En resumidas cuentas, las bases y las tropas estadounidenses ocupan y controlan casi la totalidad de los espacios terrestres y marinos del planeta. Todavía unos cuantos países parecen escaparse como Siria, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela, una situación que un imperio, se puede dudar, no podría tolerar demasiado tiempo.
Mapa 2. Las bases militares estadounidenses en el mundo (2001-2003)
Mapa de la red mundial con el Nº de Bases (mapa 3) revela lo siguiente:
– Las bases operativas situadas en América del Norte, en algunos países latinoamericanos, en Europa Occidental, en Medio Oriente, en Asia Central, en Indonesia, en las Filipinas y en Japón.
– Las bases abandonadas
– Nuevos sitios seleccionados
– Bases de espionaje por satélite
– Los países con bases estadounidenses
– Las bases cuya adquisición está en negociación
– Los países sin bases americanas
Mapa 3. Las bases militares estadounidenses, bases de espionaje, bases de espionaje Echelon
Ver igualmente: http://www.forusa.org/fellowship/documents/GlobalMapFeb2007.pdf
La superficie terrestre está estructurada en un vasto campo de batalla
Las bases o instalaciones militares de diversas naturalezas están repartidas en una rejilla de mando dividida en cinco unidades espaciales y cuatro unidades especiales (Comandos Combatientes Unificados) (mapa 4). Cada unidad está situada bajo el mando de un general. La superficie terrestre está entonces considerada como un vasto campo de batalla que puede ser patrullado o vigilado constantemente a partir de estas bases.
Mapa 4. El mundo y los territorios bajo la responsabilidad de un mando o estructura de mando
Los territorios bajo mando son (hemos conservado su nombre en inglés): Northern Command (Peterson Air Force Base, Colorado), Pacific Command (Honolulu, Hawai), Southern Command (Miami, Florida – Mapa 5), Central Command (MacDill Air Force Base, Florida), European Command (Stuttgart-Vaihingen, Alemania), Joint Forces Command (Norfolk, Virginia), Special Operations Command (MacDill Air Force Base, Florida), Transportation Command (Scott Air Force Base, Illinois) y Strategic Command (Offutt Air Force Base, Nebraska).
Mapa 5. Southern Command
La OTAN puede contar con 30 bases
La OTAN, en tanto que alianza militar y de ahora en adelante también política, posee su red de bases, son 30 en total que están principalmente situadas en Europa Occidental: Whiteman en U.S.A., Fairford, Lakenheath y Mildenhall en el Reino Unido, Eindhoven en Holanda, Brüggen, Geilenkirchen, Landsberg, Ramstein, Spangdahlem, Rhein-Main en Alemania, Istres y Avord en Francia. Morón de la Frontera y Rota en España, Brescia, Vicenza, Piacenza, Aviano, Istrana, Trapani, Ancora, Pratica di Mare, Amendola, Sigonella, Gioia dell Colle, Grazzanise y Brindisi en Italia, Tirana en Albania, Incirlik en Turquia, Eskan Village en Arabia Saudita y Ali al Salem en Kuwait.
III. Personal militar en todas las latitudes
Según los datos de la enciclopedia libre Wikipedia (dados en Febrero de 2007), el sistema de defensa estadounidense interior (se estima en 6000 el total de las instalaciones militares en los USA) y mundial hace una estimación de un personal de 1,4 millones de personas de los cuales 1.168.195 en los USA y en sus territorios de ultramar. Según la misma fuente hay en despliegue 325.000 en el extranjero, de los cuales 800 en África, 97.000 en Asia (excluyendo Medio Oriente y Asia Central, 40.258 en Corea del Sur, 40.045 en Japón, 491 en la base de Diego García en el océano Índico, 100 en las Filipinas, 196 en Singapur, 113 en Tailandia, 200 en Australia y 16.601 en los barcos de guerra.
Europa cuenta además con la presencia de 116.000 militares estadounidenses, de los cuales 75.603 en Alemania. En Asia Central, alrededor de 1000 militares están estacionados en la base aérea de de Ganci (Manas) en el Kirguizistán y 38 se encuentran en Kritasanisi en Georgia, cuya misión es asegurar el entrenamiento de los soldados georgianos. En el Medio Oriente, se enumeran 6000 militares, de los cuales 3.432 en Qatar y 1.496 en Bahrain. En Occidente, fuera de los USA y sus territorios, se encuentran 700 en Guantánamo, 413 en Honduras y 147 en Canada.
El mapa 3, por su parte, presenta el personal en servicio según una segmentación en siete grandes conjuntos. El número total del personal de Defensa confinado en los USA y sus territorios es de 1.139.034 militares. En las otras regiones del hemisferio occidental hay 1825, en Europa 114.660, en África subsahariana 682, en África del Norte, Medio Oriente y el Sur de Asia 4.264 y en el Este asiático, en las Ex-URSS 143 y en el Pacífico 89.846.
IV. Los costes de explotación de esta red mundial
Los gastos militares de los USA pasan de 404 a 626 billones de dólares – valor equivalente del dólar de 2007 (datos suministrados por el “Center for Arms Control and Non-Proliferation” de Washington) entre 2001 y 2007 y deberían pasar de los 640 billones en 2008 (figura 1). Corresponden en el 2006 al 3,7 % del PIB y a 935,64 $ per capita.
Figura 1. Los gastos militares de los USA desde 1998
Según los datos de la Figura 1 (The Costs of “Permanent War and By the Numbers”) el presupuesto de Defensa propuesto para el 2003 de 396 billones de dólares alcanzó de hecho los 417,4 billones y correspondían ya a un aumento aproximado de cerca del 73 % en comparación con el del 2000 que alzanzó los 289 billones y más de la mitad del presupuesto total disponible de los USA. Desde el 2003 a estos gastos se juntan los de la guerra de ocupación de Iraq que alcanzan hasta la fecha (hasta Marzo del 2007) un total acumulado de 413 billones de dólares según National Priorities Project.
Las estimaciones de las necesidades del presupuesto para la Defensa que se presentaron en Marzo del 2006 en el Libro Verde de la Defensa se correspondían con la suma total de casi 440 billones de dólares para el año fiscal de 2007. El personal demandado era de 1.332.300 militares y otros empleados, pero se observa que estos datos no incluían los créditos necesarios para la guerra mundial contra el terrorismo. Se trataba del presupuesto ordinario.
A. Goldstein del Washington Post, dentro del marco de un artículo sobre los aspectos del presupuesto nacional de 2007 titulado 2007 Budget Favors Defense escribía sobre el tema: “En conjunto, el presupuesto del año fiscal del 2007 tendrá que efectuar los cambios en la administración que se había comprometido a ofrecer durante los últimos cinco años, a saber aumentar las capacidades militares y de Defensa contra las amenazas terroristas bajo el suelo de los USA a la vez que reduciendo los gastos en varios sectores de actividad como los de educación y el transporte ferroviario”.
V. Las bases para el control de los recursos fósiles energéticos
Los USA han emprendido, después de los eventos del 11 de Septiembre del 2001, una guerra global contra el terrorismo, al principio en Afganistán y después en Iraq y se encolerizan contra los países que no obedecen fielmente la directiva que éllos quieren imponer al conjunto de la humanidad y, especialmente, Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela. Vigilan de cerca los gobiernos que no son necesariamente favorables a la expansión de su imperio bajo los recursos de sus territorios. Están particularmente preocupados por los movimientos de resistencia en sus intervenciones en América del Sur, lo que ha llevado al presidente Bush a efectuar recientemente una gira ostentosa en varios países como Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México para “promover la democracia y el comercio”, pero sobre todo para intentar neutralizar estos movimientos y construir un contrapeso suficiente para frenar su expansión.
El mismo acercamiento se aplica en Asia Central. Según Iraklis Tsavdaridis, Secretario del Consejo Mundial para la Paz (WPC), “la presencia de las bases militares de los USA, no debe ser percibida como sirviendo un objetivo puramente militar. Las bases están allí para promover los intereses económicos y políticos capitalistas de los USA. Por ejemplo, las empresas y el gobierno estadounidense ya ha manifestado un vivo interés para construir un corredor de seguridad para el petróleo y el gas natural de la cuenca del mar Caspio en Asia Central pasando por Afganistán, Pakistán y el mar de Arabia (mapa 6). Esta región contendría el 6 % de las reservas de petróleo conocidas y el 40 % de las reservas de gas. La guerra de ocupación de Afganistán y la construcción de bases militares de los USA en Asia Central son consideradas como una ocasión propicia para hacer de esta tubería una realidad”.
Los USA están en guerra en Afganistán y en Iraq por esta razón fundamentalmente y quieren continuar estas operaciones hasta alcanzar sus objetivos. Según datos de la enciclopedia libre Wikipedia, las tropas estadounidenses desplegadas en estos países totalizan cerca de 190.000 militares. La operación “Libertad Duradera”, en Iraq solamente es llevada a cabo por cerca de 200.000 efectivos incluyendo los 26.000 soldados de otros países que participan en la “misión”. Unos veinte mil se podrían juntar a otros contingentes en los próximos meses. En Afganistán, se enumera la presencia de 25.000 soldados en total (mapas 6 y 7).
Mapa 6. El petróleo y las guerras en el Medio Oriente
Mapa 7. Las bases americanas situadas en Asia Central
Mapa 8. Los depósitos de petróleo en América latina
VI. Las bases militares para el control de los recursos renovables estratégicos
Según la lista preparada por la enciclopedia libre Wikipedia, las bases estadounidenses en el estranjero, herencia de la guerra fría, estaban situadas principalmente en Europa Occidental, de las cuales 26 en Alemania, ocho en Gran Bretaña y ocho en Italia. A estas bases se podrían añadir nueve instalaciones en Japón.
En el curso de los últimos años, y en el contexto de la guerra contra “el terror”, los USA han iniciado la construcción de 14 nuevas bases alrededor del Golfo Pérsico, un plan de construcción o de refuerzo de 20 bases (106 instalaciones en total) en Iraq con un gasto total de 1.100 billones en este solo país (Varea, 2007) y la utilización de una decena de bases en el Asia Central. También han emprendido o perseguido las negociaciones con varios países para instalar, adquirir, agrandar o alquilar otras bases y, especialmente, con Marruecos, Algeria, la República de Mali, Ghana (Ghana Web. 2006), Brasil, Australia (Nicholson, B., 2007), Polonia, la República Checa (Traynor, I., 2007), Uzbekistán, Tayikistán, Kirguizistán, Italia (Jucca, L., 2007) y Francia, con un acuerdo para instalarse en Djibouti (Manfredi, E., 2007). Todas las medidas se inscriben en la perspectiva de establecer una serie de bases en un corredor Este/Oeste entre Colombia, el Magreb, el Próximo Oriente, Asia Central hasta las Filipinas que los estadounidenses han llamado “arco de inestabilidad” (Johnson, C., 2004), así como de garantizar un acceso fácil y permanente a los recursos hídricos y biológicos de gran valor como los de la cuenca del Amazonas (Delgado Jara, D., 2006 y mapas 9 y 10).
Mapa 9. Las riquezas biológicas de América latina
Mapa 10. Los recursos de agua dulce en América latina
VII. Los movimientos de resistencia
A semejanza de la oposición tradicional organizada y dirigida por las organizaciones pacifistas y antiguerra en el mundo durante los últimos 40 años la redefinición de la red de bases militares estadounidenses diseñada para un redespliegue de las fuerzas armadas en función de la localización de los recursos estratégicos tradicionales y los recursos renovables de gran valor suscita numerosas manifestaciones de oposición y resistencia. Se ha podido observar recientemente en España, Ecuador, Italia, Paraguay, Uzbekistán, Bulgaria y muchos otros países. Estas manifestaciones se añaden a los movimientos de resistencia de larga duración desarrollados en Corea del Sur, Puerto Rico, Guam, Filipinas, Cuba, Europa, Japón y otros lugares.
Un movimiento mundial de resistencia a la presencia de bases militares en el extranjero ha nacido y se ha desarrollado en los últimos años. Se trata de NO BASES o de la Red Internacional para la Abolición de las Bases Militares Extranjeras.
Esta red tiene por objeto proseguir el proceso de desarme y desmilitarización del planeta y principalmente el desmantelamiento de las bases militares extranjeras. Reagrupa las organizaciones que tienen por objeto la promoción de la paz establecida por la democracia participativa y la justicia social. La red NO BASES organiza campañas de educación y sensibilización del público movilizando, en este sentido, las fuerzas vivas de la sociedad civil. También está trabajando en la rehabilitación de los sitios militares abandonados como es el caso, especialmente, en Europa Occidental.
Hasta 2004, esas campañas han tenido sobre todo un alcance local y nacional. La red permitirá en los sucesivo extenderse a nivel mundial, pues como subraya la red misma “es muy importante desarrollar vínculos más fuertes y más estrechos ente las campañas con un impacto local y las que movilizan todo un país o las que pueden tener un alcance mundial. Los grupos locales a través del mundo pueden inspirarse y obtener beneficios compartiendo información, experiencias y estrategias”.
La red añade: “El hecho de tener conciencia de que no estamos solos en la lucha contra las bases extranjeras es un factor que refuerza y motiva a los actores. Las actividades y campañas cuya coordinación es mundial permiten dar a conocer mejor el alcance y la importancia de la resistencia a la presencia militar extranjera a través del mundo. En la coyuntura actual donde se asiste a un proceso más intenso de militarización y uso de la fuerza en el mundo se siente la necesidad urgente y apremiante de establecer y fortalecer la red internacional de militantes, las organizaciones y movimientos que prestan especial atención a la presencia militar extranjera y que trabajan en el establecimiento de un sistema de justicia y paz”.
Para la red, las guerras en Afganistán y en Iraq, la militarización y la vigilancia creciente a los gobiernos y actividades de la sociedad civil por los USA constituyen un impulso suficiente para el fortalecimiento de los movimientos de resistencia: “En una reunión internacional antiguerra celebrada en Yakarta en Mayo de 2003, pocas semanas después del inicio de la invasión en Iraq, una campaña global contra las bases militares fue propuesta como una acción prioritaria por los movimientos globales antiguerra, de justicia y solidaridad”.
Desde entonces, esta campaña ha alcanzado una gran magnitud. Una lista de direcciones de correo ha sido establecida (
[email protected] y
[email protected]) que permite la difusión de las experiencias de los miembros del movimiento e intercambios de información y debates. Esta lista se compone hasta ahora de 300 personas y organizaciones procedentes de 48 países.
Una web en internet permite también informar adecuadamente al conjunto de los miembros de la red. Muchos de los epígrafes proporcionan información útil sobre las actividades que tienen lugar en todo el mundo.
La red es cada vez más activa y participativa, así, está presente en foros sociales continentales o mundiales y organiza conferencias y coloquios. Se participó en el Foro Social europeo en París en el 2003, y en Londres en el 2004, en el Foro Social de las Américas en Ecuador en el 2004 y en el del Mediterráneo en España en el 2005. Una de las reuniones más importantes fue la que se celebró en Bombay, India, en el 2004 en los marcos del Foro Social Mundial. Más de 125 participantes provenientes de 34 países sentaron las bases de una amplia campaña coordinada. Las prioridades de acción fueron establecidas, como la de fijar un día concreto para una acción global destinado a destacar los desafíos que rodean la presencia de las bases militares en el extranjero. Por último, es importante mencionar que la red celebró cuatro sesiones de debates en el Foro Social de Porto Alegre en el 2005, una de las cuales se centró en la financiación de las actividades de la red.
Conviene recordar que la red se inscribe claramente dentro del movimiento pacifista global. Ha permitido hacerse comprender más este movimiento, la importancia de la problemática de la presencia de las bases militares en el extranjero y que es importante que los organismos de justicia y paz presten una mayor atención.
La pertinencia del debate en torno a la presencia de bases militares en el extranjero no es necesario demostrar. Las funciones atribuidas a la base de Guantánamo que escapan al control del dercho internacional, los retos alrededor de los proyectos de expansión del poder militar de los USA en Medio Oriente y Asia Central, la fuerte oposición popular a los proyectos estadounidenses en la región andina en América del Sur (mapa 11), la misma que se observa en Japón alrededor de las bases de Henoko y Okinawa, etc., nos hacen un llamamiento y exigen una acción global concertada contra esta ocupación inscrita en el concepto de la “Guerra Permanente”.
Mapa 11. Movimientos sociales de resistencia en América latina
La conferencia internacional de Quito y Manta, Ecuador, Marzo del 2007
Una conferencia mundial de la red para la abolición de las bases militares extranjeras tuvo lugar en Quito y Manta, Ecuador, del 5 al 9 de Marzo del 2007. La conferencia tuvo por objeto subrayar los efectos políticos, sociales, ambientales y económicos de las bases militares extranjeras y de dar a conocer los principios de los movimietnos anti-bases, y construir formalmente la red, sus estrategias, estructura y planes de acción.
Los objetivos principales de la conferencia fueron:
– Analizar el rol de las bases militares extranjeras y de otras formas de presencia militar dentro de la estrategia de dominación global y sus impactos sobre la población y el medio ambiente;
– Compartir experiencias, de solidaridad con las luchas de resistencia contra las bases militares extranjeras en el mundo;
– Alcanzar un consenso sobre los mecanismos de objetivos, planes de acción, coordinación, comunicación y de toma de decisión para una red global por la abolición de todas las bases militares extranjeras y de otras formas de presencia militar;
– Establecer la luchas y planes de acción globales que refuerzan las luchas de gentes del país y aseguran su coordinación a escala internacional.
Conclusión
Este artículo ha permitido constatar que el pujante poder militar de los USA en el mundo es considerable y no cesa de aumentar. Los estadounidenses consideran la superficie terrestre como un terreno a conquistar, a ocupar y a explotar. La división del mundo en unidades de combate y de mando ilustra muy bien esta realidad. En este contexto, nos parece que la humanidad se encuentra controlada e incluso esclavizada por las cadenas cuyos eslabones son las bases militares.
El proceso de redespliegue de las instalaciones militares en curso debe ser analizada de forma minuciosa si se quiere comprender las estrategias de intervención de Washington en todas las regiones del mundo. Este proceso se lleva a cabo bajo el gobierno de la fuerza, de la violencia armada, de la intervención a través de los acuerdos de “cooperación”, cuyos aires de conquista están sin cesar reafirmados en el diseño de las prácticas para el comercio y los intercambios. El desarrollo económico está asegurado por la militarización o el control de los gobiernos y las sociedades, recursos inmensos se sacrifican para permitir dicho control en la mayoría de las regiones dotadas de riquezas estratégicas para consolidar las bases del imperio.
La creación de la red internacional para la abolición de las bases militares extranjeras ha demostrado ser un medio extraordinario para luchar contra el proceso de militarización del planeta. Esta red es indispensable y su desarrollo no podrá hacerse sin una adhesión o un compromiso de todos los pueblos del mundo. Esto será extremadamente difícil de conseguir, pero los vínculos creados por esta red serán favorables a las luchas concertadas a escala mundial.
Para terminar, conviene revisar los términos de la Declaración Final de la segunda Conferencia Internacional contra las bases militares en el extranjero que se celebró en La Habana en Noviembre del 2005, declaración formulada por los delegados de 22 países. Ésta identifica los principales desafíos alrededor del futuro de la humanidad y constituye un llamamiento a la solidaridad internacional por el desarme y la paz.
Jules dufour, Ph.D., es presidente de la Asociación Canadiense para las Naciones Unidas (ACNU)/Sección Saguenay-Lago-Saint-Jean, miembro del Círculo Universal de los Embajadores de la Paz, miembro del Consejo Nacional del Desarrollo y Paz.
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