noviembre 3, 2024

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La Hipotesis De La Colonia Atlante En Bolivia…

  El Salar de Uyuni boliviano, bien famoso por su planicie de sal parecida a un espejo, y la montaña vecina, Pampa Aullagas, podrían haber albergado la legendaria civilización perdida de la Atlántida, según el creador Jim Allen. Allen trabajó como intérprete de fotografías aéreas para el ejército británico y, tras explorar las imágenes del Salar […]
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El Salar de Uyuni en Bolivia, famoso por su vasta planicie de sal que se asemeja a un espejo, y la montaña cercana, Pampa Aullagas, podrían haber sido el hogar de la legendaria civilización perdida de la Atlántida, según el investigador Jim Allen. Allen, quien trabajó como intérprete de fotografías aéreas para el ejército británico, ha encontrado similitudes clave entre esta región y las antiguas descripciones griegas del mito de la Atlántida tras analizar imágenes del Salar de Uyuni y estudiar las características de sus alrededores.

Allen ha explicado que el filósofo Platón escribió sobre un continente llamado Atlántida y una ciudad-isla del mismo nombre, señalando que fue esta ciudad-isla la que se hundió en un solo día y una sola noche. Su hipótesis es que América del Sur es, de hecho, el continente perdido de la Atlántida, y que la ciudad-isla sumergida estaba ubicada precisamente en la montaña Pampa Aullagas.

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Manuscrito medieval de una transcripción al latín del Timeo de Platón realizada por Calcidio. Biblioteca Vaticana (Public Domain)

Allen también asegura que las leyendas locales sobre la inundación de una ciudad, donde todos sus habitantes se ahogaron, coinciden con algunas de las descripciones de Platón. Tras investigar diversas características de la Atlántida mencionadas por Platón y compararlas con las de América del Sur y la montaña Pampa Aullagas, Allen ha llegado a las siguientes conclusiones:

  1. Tamaño: Según Platón, el continente de la Atlántida era tan grande como el norte de África y Asia juntas. América del Sur tiene un tamaño comparable. Además, Allen señaló que es más fácil imaginar una ciudad-isla sumergida bajo el agua que una masa de tierra tan vasta como el continente descrito.
  1. La planicie rectangular: Según Platón, había una gran planicie rectangular en uno de los extremos del inmenso continente hundido. Allen identifica este lugar con el Salar de Uyuni, ya que sus dimensiones coinciden con las mencionadas por Platón: “3.000 estadios de largo por cada lado y 2.000 estadios de ancho en el centro”. Un estadio era una unidad de medida en la antigua Grecia que equivalía a unos 600 pies o 180 metros.
  2. Franjas de tierra separadas por el agua: Platón describe la ciudad de la Atlántida con un diseño circular formado por franjas de tierra separadas por franjas circulares de mar, interconectadas por puentes. La parte superior de Pampa Aullagas muestra signos de anillos parcialmente erosionados por la tierra y el agua. Si el nivel de agua en las proximidades del lago Poopó era mayor en el pasado, los anillos en la parte superior de Pampa Aullagas habrían estado llenos de agua y conectados con el lago a través de un canal de 50 estadios de longitud (unos 5 kilómetros). Por lo tanto, el número y las dimensiones de los anillos de agua y tierra coinciden con la descripción de Platón sobre la Atlántida.
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Recreación artística de la Atlántida basada en la descripción de Platón
  1. Metales preciosos (¿Incluían al enigmático oricalco?): Oro, plata, cobre, estaño y oricalco se encontraban en abundancia en la Atlántida. Estos metales eran necesarios para cubrir las paredes del santuario y la pared concéntrica anillada que rodeaba el centro de la Acrópolis. Curiosamente, todos estos metales se encuentran en la zona de Pampa Aullagas, según afirma Allen. Aunque arqueólogos e historiadores no están seguros de a qué se refería Platón con el término “oricalco” ni si se puede encontrar en la naturaleza, se sabe que era el segundo metal más precioso en la Atlántida. Allen sugiere que el oricalco era una aleación natural de oro y cobre que se encuentra en los Andes y es conocida en la zona como tumbaga. La tumbaga ha sido muy valorada a lo largo de la historia, ya que es más dura que el cobre pero sigue siendo maleable. Su superficie puede ser tratada para disolver el cobre y dejar solo el oro, adoptando así una apariencia de oro puro.
  2. Entre montañas, cerca del mar: La principal ciudad de la isla de la Atlántida estaba en una llanura a solo 8 kilómetros del mar, rodeada de montañas. Esta descripción coincide con la de Pampa Aullagas si consideramos al lago salino Poopó como un mar interior. Poopó se encuentra a 5 kilómetros de Pampa Aullagas. Además, Platón menciona la presencia de manantiales naturales de agua fría y caliente en la Atlántida, los cuales también existen en la zona de Pampa Aullagas.
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Jim Allen, creador de la hipotesis que defiende que el continente perdido de la Atlántida estaba en Sudamérica, al lado a unas rocas talladas en el altiplano boliviano. (Imagen: atlantisbolivia.org)

LEYENDAS BOLIVIANAS QUE SE CORRESPONDEN CON LA HISTORIA DE LA ATLÁNTIDA

Platón relata que la Atlántida fue destruida por el dios marino Poseidón, a quien también estaba consagrada la ciudad, debido a la inmoralidad de sus habitantes. De manera similar, las leyendas de la región de Pampa Aullagas hablan de la degeneración moral de la sociedad local, lo que resultó en un diluvio enviado por la deidad de los ríos y volcanes, Tunupa. Se dice que la inundación comenzó en el Lago Titicaca, al norte, y descendió hasta Pampa Aullagas, donde, según Allen, existen claros indicios de antiguas inundaciones.
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Poseidón portando su tridente. Placa de cerámica corintia procedente de Penteskouphia, (550-525 a. C.). Museo del Louvre de París, Francia. (Public Domain)

Por último, es importante tener en cuenta que, antes de la conquista española, parte de la región era conocida como Antisuyo, que significa “reino del cobre”. Antis es la palabra quechua para cobre. Allen sugiere que este término podría estar relacionado con el sufijo “antis” de Atlantis, el nombre de la Atlántida en inglés.

Imagen de portada: En la vasta planicie salada del Salar de Uyuni en Bolivia, las montañas y las nubes se reflejan con una claridad asombrosa.

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