Hace años, surgió un material fascinante sobre diversos encuentros con criaturas extrañas, tanto terrestres como submarinas, en la región de la antigua Unión Soviética, ahora Rusia.

Boris Grabovsky, un ingeniero soviético y autor de “Biofactores cósmicos”, tuvo a finales de la década de 1930 una conversación intrigante con un hombre que se mostraba muy reticente a hablar sobre el antiguo pasado de nuestro planeta. Tras esta conversación, Grabovsky y un grupo de amigos decidieron explorar una cueva cerca del lago Issyk-Kul, en Kirguistán.

¿Una civilización de gigantes hoy sumergida

“Issyk-Kul”, que significa “lagos cálidos”, es uno de los mayores complejos de lagos de montaña del mundo. En su parte sur se encuentran las famosas montañas Tian Shan. Este lago y sus alrededores están llenos de misterios.

En numerosos sistemas de cuevas se pueden hallar montículos de piedra de antiguos reyes escitas, templos rupestres con extraños dibujos en las paredes, ruinas de ciudades olvidadas e incluso restos de una enigmática civilización submarina en el fondo del lago. Según informes alternativos, en una de estas cuevas se encontraron tres esqueletos humanos de aproximadamente tres metros de altura.

Montañas Tian Shan localizadas en la región fronteriza entre Kazajistán, Kirguistán y la República Popular China.

Junto a los esqueletos se encontraron joyas de plata con forma de murciélagos. Los habitantes locales mantuvieron este hallazgo en secreto durante muchos años por temor. Solo recogieron algunas de estas joyas y las fundieron en pequeños guijarros de plata.

Hasta el día de hoy, se desconoce cuánto tiempo pasó antes de que el gobierno soviético se enterara del descubrimiento de los enormes esqueletos. Tras las primeras investigaciones, en las que no se pudo determinar la antigüedad de las joyas de plata, todo el asunto fue clasificado y no se divulgó ninguna información.

Esta situación ha perdurado hasta la actualidad. Curiosamente, la leyenda kirguís también menciona una antigua ciudad submarina que supuestamente se encuentra en el lago Issyk-Kul. Se cree que en esta ciudad habitaban criaturas con largas “orejas de burro”.

Vamos a explorar esta historia con más detalle.

Encuentro cercano en el lago Issyk-Kul

En febrero de 1900, unos pastores locales quedaron atónitos al observar una gran esfera desplazándose sobre el desfiladero de Ak-Suu, cerca del famoso lago Issyk-Kul. La esfera, visible a unos 700 metros de distancia, se dividió repentinamente en cuatro partes que flotaron en diferentes direcciones. Tras unos momentos, las partes se reunieron nuevamente en una sola esfera. Este fenómeno se repitió tres veces antes de que el objeto se elevara y desapareciera sobre las montañas.

El descubrimiento de esqueletos humanoides gigantes en el lago Issyk-Kul no es un caso aislado. Un grupo de jóvenes en Georgia, entonces parte de la U.R.S.S., encontró cuevas submarinas extensas en las montañas cercanas. Al explorarlas, descubrieron misteriosos esqueletos humanoides, cada uno de tres metros de altura. Este hallazgo fue detalladamente descrito por el escritor Yuri Papashvili y su esposa en su libro “Cualquier cosa puede suceder”.

En el verano de 1982, en un asentamiento de Turkestán, que con sus lagos cavernosos pertenece a la zona de Issyk-Kul, buzos militares dirigidos por Marek Shteinberg y el teniente general Gennady Zverev realizaron ejercicios. Durante estos ejercicios, el general de división Demyanenko, comandante de los buzos militares del Ministerio de Defensa, se presentó inesperadamente. Este oficial vino a advertir a la unidad de submarinistas sobre un incidente ocurrido en el lago Baikal, en Siberia Occidental.

Fenómenos anómalos en el lago Baikal.

En ese momento, la situación en el lago Baikal era verdaderamente extraordinaria y, de hecho, sin precedentes para el personal militar ruso.

Presenciaron humanoides gigantes sumergidos en el lago

Durante un ejercicio a gran escala de buzos militares rusos en las regiones central y norte del lago Baikal, un grupo de soldados avistó a unos 50 metros de profundidad a unos seres extraterrestres de aproximadamente tres metros de altura. Estos seres vestían trajes plateados y no llevaban cascos protectores ni equipos de respiración.

Reportes indican encuentros con humanoides gigantes bajo el lago Baikal.

El comandante de los buzos soviéticos quedó consternado al recibir la noticia y ordenó capturar a las criaturas alienígenas. Un equipo especial de siete buzos militares se sumergió y se dirigió al lugar del extraño encuentro. Sin embargo, cuando los soldados intentaron atacar al grupo desconocido, una fuerza misteriosa los lanzó a la superficie del agua.

Este inquietante incidente en Baikal llevó al general de división Demyanenko a advertir personalmente al segundo gran destacamento de buzos militares, que se entrenaban simultáneamente en la zona de Issyk-Kul, para que no cometieran el mismo error y evitaran intentar capturar al grupo submarino de seres extraterrestres si se los encontraban durante una inmersión.

No obstante, surge una pregunta.

¿Por qué estaba tan seguro el general Demyanenko de que los buzos se encontrarían con estas extrañas criaturas? Después de todo, este lugar está a miles de kilómetros de Baikal. Evidentemente, debía tener información sobre el lago Issyk-Kul que ni Steinberg ni el general Zverev conocían.

Encuentro cercano con un objeto anómalo.

Posteriormente, el Jefe del Estado Mayor del Distrito Militar de Turkmenistán recibió instrucciones del Mando Supremo de las Fuerzas Terrestres para realizar un análisis exhaustivo de todos los fenómenos anómalos observados en la región del lago Issyk-Kul. Unos meses después, el Distrito Militar de Turkmenistán presentó un informe detallado.

Este informe incluía un recuento de los lagos de aguas profundas y una extensa lista de fenómenos y eventos extraños. Entre ellos, se mencionaban repetidamente nadadores submarinos de tres metros de altura, objetos esféricos, intensos resplandores luminosos emergiendo de las profundidades, esqueletos prehistóricos y muchos otros fenómenos anómalos.

El informe, que constaba de casi 180 páginas, fue clasificado estrictamente y solo un círculo muy reducido de oficiales superiores del ejército soviético tuvo acceso a él. Paralelamente, se elaboró un informe similar sobre el incidente en el lago Baikal. Ambos informes formaban parte de un proyecto destinado a proteger a los soldados rusos de “circunstancias imprevistas”.

El oficial Steinberg fue asignado a la vigilancia especial del lago Sarez, ubicado en la región del Pamir y con una profundidad de casi un kilómetro. Hasta la fecha, un pequeño submarino militar opera en este lago, monitoreando constantemente cualquier movimiento y otros cambios que puedan indicar la aparición de un fenómeno anómalo.

Redacción por bibliotecaOculta.com