Éter: el quinto elemento cósmico
En la antigüedad y en la Edad Media se creía que el aether, también comúnmente deletreado como éter, era un material misterioso que llenaba la región del cosmos por encima de la esfera terrestre.
Era un elemento misterioso, y el concepto de éter se utilizó para describir una serie de fenómenos naturales, incluyendo la luz y cómo viajaba, así como la gravedad.
En el pasado se creía que el éter era uno de los elementos primordiales del cosmos. De hecho, a finales del siglo XIX, los científicos postularon que el éter permeaba todo el espacio, permitiendo un medio a través del cual la luz viajaba en el vacío.
Sin embargo, experimentos posteriores fracasaron en probar esto.
En la mitología griega antigua, el Éter era referido como la esencia pura que los dioses respiraban, llenando el espacio donde vivían, análogo al aire que respiraban los mortales.
Platón también menciona a Aether en su obra.
Si miramos a Timoteo -donde Platón menciona la existencia de la Atlántida– el filósofo griego habla del aire y explica que “existe el tipo más translúcido que se llama éter (αίθηρ)”.
El término aparece tanto en la física aristotélica como en la antigua teoría electromagnética de finales del siglo XIX.
Para Aristóteles (384-322 a.C.) el éter era el material del que se componía el llamado mundo supralunar, mientras que el mundo sublunar se compone de los cuatro elementos conocidos: tierra, agua, aire y fuego.
A diferencia de éstos, el éter era, para Aristóteles, un elemento más sutil y ligero, más perfecto que los otros cuatro (la física de Aristóteles es cualitativa, más que cuantitativa) y, sobre todo, su movimiento natural es circular, a diferencia del movimiento natural de los otros cuatro, que es rectilíneo.
El elemento también fue mencionado en la filosofía hindú antigua.
En la India, el éter es conocido como akasha. En la cosmología sankhya se habla del pañcha mahā bhūta(cinco elementos principales), cada uno ocho veces más sutil que el anterior: Tierra (bhumi) Agua (apu). Fuego (agní). Aire (vāyu). Éter (ākāśa). Samkhya o Sankhya es una de las seis escuelas de filosofía hindú āstika, principalmente relacionada con la escuela de yoga del hinduismo.
Nikola Tesla, una de las mentes más grandes que ha vivido en la Tierra, también hizo referencia al dicho de Éter:
“Toda la materia proviene de una sustancia primaria, el éter luminífero”
Fue ampliamente difundido en China y la India, donde constituye la base tanto del budismo como del hinduismo.
Durante la Edad Media el término éter, precisamente porque es el quinto elemento material reconocido por Aristóteles, comenzó a ser llamado el quinto elemento, o también qüinta essentia, de donde proviene la expresión quintaesencia (utilizada en la cosmología actual para referirse a la energía oscura).
El éter también estaba fuertemente conectado a la Gravitación.
De hecho, se utilizó en una de las primeras teorías de la gravitación publicadas por Sir Isaac Newton, llamada Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica (la Principia). En su obra, Sir Isaac Newton basó toda la descripción del movimiento planetario en una ley teórica de interacciones dinámicas. Como se señala en “Las opiniones de Newton sobre el Éter y la Gravitación”, Newton renunció a los intentos de explicar esta forma particular de interacción entre cuerpos distantes introduciendo un mecanismo de propagación a través de un medio intermedio y llamó a este medio intermedio el Éter.
Además, Newton describe el éter como un medio que “fluye” continuamente hacia abajo hacia la superficie de la Tierra y es parcialmente absorbido y parcialmente difundido. Esta “circulación” de éter es a lo que asoció la fuerza de la gravedad para ayudar a explicar la acción de la gravedad de una manera no mecánica.
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