El asteroide Apophis, comparable en tamaño a un crucero, se acercará a la Tierra el 13 de abril de 2029. Su trayectoria potencialmente peligrosa ha sido monitoreada durante dos décadas.
En un principio, Apofis causó una gran alarma, pero los astrónomos tranquilizaron al público calculando su órbita, proyectándola a 32.000 kilómetros del centro de la Tierra. Sin embargo, el astrónomo Paul Wiegert ha expresado su preocupación por el hecho de que se cometió un grave descuido: no se tuvo en cuenta la posibilidad de que Apofis se viera alterado por colisiones con asteroides más pequeños y desechos espaciales.
El asteroide Apofis, de tamaño comparable al de la Torre Eiffel, podría impactar contra la Tierra con una fuerza equivalente a la de varias bombas nucleares. Sin embargo, si no lo hace, podría volver a orbitar, atraído por la atracción gravitatoria de la Tierra. En tal caso, probablemente colisionaría con la Tierra siete años después de su aproximación inicial.
El estudio de Paul Wiegert, publicado en The Planetary Science Journal , destaca tres aspectos críticos sobre la trayectoria del asteroide Apophis.
El primer punto es que, debido a la posición del Sol, los astrónomos no pueden rastrear la trayectoria del objeto entre 2021 y 2027. En consecuencia, cuando la humanidad pueda observar Apophis, habrá un plazo muy limitado para tomar una decisión.
El segundo problema es que los cálculos previos de la trayectoria del asteroide no tuvieron en cuenta los cambios resultantes de las colisiones con objetos espaciales más pequeños, incluidos los escombros que se encuentran a lo largo de la trayectoria de Apophis. Paul Wiegert ha determinado que un asteroide, que se espera que pase a 32.000 kilómetros de la Tierra, requiere sólo un impulso mínimo para alterar su curso y potencialmente colisionar con nuestro planeta.
Esta evaluación se basa en los datos de la misión de la NASA del 27 de septiembre de 2022, que implicó el envío de una sonda para bombardear el asteroide Dimorphos con el fin de determinar si un impacto menor podría alterar significativamente la órbita de un cuerpo celeste. Los hallazgos confirmaron esta posibilidad. Sin embargo, estos hallazgos no se habían aplicado a Apophis hasta los cálculos recientes de Paul Wiegert.
El tercer problema es que, incluso si el asteroide no choca con la Tierra, el campo gravitatorio de nuestro planeta lo influirá igualmente. En consecuencia, el asteroide no será propulsado hacia el espacio exterior, sino que será redirigido hacia otro punto de aproximación, lo que casi con toda seguridad provocará un impacto con la Tierra en abril de 2036.
Las estadísticas indican que un asteroide de este tamaño impacta la Tierra aproximadamente una vez cada 80.000 años. Si bien es significativamente más pequeño que el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios, que tenía unos 10 km de diámetro, el impacto sería catastrófico.
Incluso las perturbaciones en el desierto pueden ser peligrosas: el polvo atmosférico, las alteraciones de la ionosfera y las perturbaciones del campo electromagnético del planeta pueden causar problemas importantes para la agricultura, la navegación y el funcionamiento de los dispositivos eléctricos.
Parece que el escenario de la película “Armageddon”, protagonizada por Bruce Willis y Ben Affleck, se está haciendo realidad. En la película, se coloca una carga nuclear en un asteroide que se dirige hacia la Tierra para alterar su curso mediante una explosión.
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