En las profundidades de los bosques de Vermont, un ser misterioso acecha en las sombras. Conocido entre los habitantes como “El Abominable”, este ente de otro mundo susurra leyendas y temores antiguos.
¿Pero qué aspecto tiene? Imagina una criatura sacada de un antiguo mito, un híbrido de horror y maravilla: un grifo. Este enigmático ser se dice que emergió en 1925, sembrando el terror entre los que lo avistaban.
La leyenda cuenta que la bestia era tan horripilante que incluso H.P. Lovecraft, el maestro del terror literario, viajó a Vermont para verla con sus propios ojos. Lo que presenció, según se rumorea, inspiró algunas de sus más oscuras narrativas.
No obstante, hay escepticismo. Pocos fuera de Vermont (y quizás incluso dentro) han escuchado hablar de tal criatura, y ningún conocedor de Lovecraft ha corroborado esta historia. Entonces, ¿dónde reside la verdad?
¿Un grifo merodeando por los campos de Vermont? ¿O es “El Abominable” simplemente otra fábula urbana lista para ser desacreditada
Monstruo de Vermont: ¿Grifo, Criatura Misteriosa o Farsa
Parece que cada rincón de Estados Unidos alberga su propio ser esquivo. El noroeste tiene a Pie Grande, el suroeste al Chupacabras, Virginia Occidental al Hombre Polilla y Nueva Jersey al Diablo de Jersey. En 1925, Vermont se sumó a esta colección con el ominosamente bautizado “El Abominable”.
Se reportó que este monstruo fue visto por primera vez cerca de los pueblos de Berkshire y Richford. La historia narra que dos (o tres) trabajadores de un molino en Richford cruzaban el puente principal cuando avistaron una bestia colosal agazapada sobre el tejado de un edificio.
Tan aterradora era la visión que uno de los hombres sufrió un ataque cardíaco inducido por el pánico. Aunque se recuperó milagrosamente, quedó atormentado por pesadillas durante semanas.
¿Qué fue lo que vieron? Describieron a la criatura como un grifo gigantesco con alas grises y una envergadura de 20 pies (aproximadamente 6 metros). Poseía una cola larga y sinuosa, y garras enormes y espantosas. Era como si un ser de la mitología griega hubiera decidido hacer de Vermont su hogar.
Doce días más tarde, los habitantes reportaron otro avistamiento, esta vez con la criatura llevando a un niño o un bebé en sus garras. En los meses siguientes, “El Abominable” fue visto repetidas veces, causando terror entre los granjeros y convirtiéndose en una constante molestia, sobrevolando los campos y posándose en los tejados, sin atacar, solo observando.
Como suele ocurrir con estos misteriosos monstruos, los avistamientos de “El Abominable” disminuyeron con el tiempo. Para finales de 1925, se volvieron escasos y para 1928 habían cesado casi por completo. O eso se creía.
De vez en cuando, alguien en Vermont afirmaba haber visto una bestia extraña en la región. Un caso notable es el de Lisa Maskell de Montgomery, quien de niña vio un monstruo cerca del río Trout. Años después, al ver una ilustración de un pterodáctilo, aseguró que se parecía a la criatura que había visto.
Luego, en 2006, “El Abominable” resurgió. Ese año, el 19 de octubre, H.P. Albarelli publicó un artículo en el County Courier titulado “¿Ha regresado ‘El Abominable’ a Berkshire y Richford?”
En él, relataba cómo un respetado ciudadano de Richford había visto a “El Abominable” aparecer “de la nada y arrebatar un cuervo negro gigante” de un árbol. El artículo parecía recordar a los habitantes que tenían su propio monstruo y, como era de esperar, pronto comenzaron a surgir nuevos informes de avistamientos.
El 30 de noviembre de 2006, se publicó otro artículo de seguimiento, “El Abominable avistado nuevamente; se encuentra un relicario”, en el mismo periódico. Este incluía testimonios de varios locales que afirmaban haber visto al monstruo.
Entre ellos estaba Lisa Maskell, quien compartió su experiencia infantil, y un hombre de unos 60 años que creía haber visto a la criatura en la zona de Gibou en Montgomery. Le dijo al reportero que la criatura había sido vista repetidamente en la zona durante los últimos 25 años. Otra residente, la vidente Edith Green, afirmó que todos estaban “muy inquietos al respecto”.
Sin embargo, los testimonios de testigos oculares tienen sus límites. Afortunadamente para Albarelli, afirmaba tener pruebas de la existencia del monstruo. Dijo haber recibido una mandíbula petrificada que pertenecía a “El Abominable”. En su artículo, prometió llevarla a un biólogo de la Universidad de Vermont para su identificación y escribir un seguimiento.
Ese seguimiento nunca se materializó. Quizás Albarelli recibió noticias desalentadoras. O tal vez alguien señaló que su afirmación de poseer la mandíbula petrificada de la criatura no tenía sentido, ya que se seguían reportando avistamientos de “El Abominable”. ¿Acaso volaba la criatura por Vermont sin mandíbula
La conexión con Lovecraft
Albarelli también habló sobre la conexión de “El Abominable” con Lovecraft. Afirmó que en 1925, el célebre autor de terror visitó Vermont para investigar a la criatura por sí mismo. Esta afirmación se propagó por internet y se convirtió en un “hecho” en línea.
Se decía que “El Abominable” había inspirado muchas de las obras de Lovecraft, una historia que sorprendió a los aficionados del autor, ya que nunca antes la habían escuchado. Probablemente porque no es cierta.
No existe evidencia alguna de que Lovecraft visitara Vermont en 1925 o que fuera inspirado por “El Abominable”. De hecho, nada similar a esta criatura aparece en sus obras. ¿Deidades cefalópodos gigantes que amenazan la realidad? Sí. ¿Grifos? No.
Cuando Justin Woodman, autor del blog “Susurros desde la Zona Ghooric”, cuestionó las afirmaciones de Albarelli, solo recibió respuestas evasivas. Albarelli asegura tener cartas escritas por Lovecraft que respaldan sus afirmaciones, pero nadie más las ha visto.
Es fácil descartar los informes de criptidos como meras fantasías, pero a lo largo de los años, algunos de estos seres han resultado ser reales, como el calamar gigante. Entonces, ¿qué hay de “El Abominable”?
Las perspectivas no son alentadoras. Aunque se dice que los avistamientos de “El Abominable” datan de casi 100 años atrás, el primer registro escrito de la criatura es el artículo de Albarelli de 2006. En los 100 años anteriores, nadie más escribió sobre el monstruo.
Albarelli parece creer sinceramente en “El Abominable”, pero él es la única fuente. Una fuente poco fiable cuyos artículos originales fueron retirados. Todo lo que tiene son relatos de testigos, cartas no verificadas y una mandíbula que nunca ha sido confirmada.
Lo más probable es que “El Abominable” nunca haya existido y ciertamente no inspiró a Lovecraft (quien no carecía de inspiración, incluyendo su propia mente atormentada). Hay muchas explicaciones plausibles para los informes de testigos, siendo la más evidente la presencia de aves grandes y la superstición local.
Autor bibliotecaOculta.com