El Misterio del Baúl del Monje

El Misterio del Baúl del Monje

El Misterio del Baúl del Monje. Posiblemente a la mayoría nos intriguen los hechos llamados “paranormales” y que no parecen tener explicación. Algunos intentamos buscar una racional a los sucesos ocurridos y otros quedan fascinados por las que parecen confirmar la existencia de fantasmas o fuerzas extraordinarias. En Biblioteca oculta esta ocasión hemos querido acercarnos a los de “El Baúl del Monje”, ocurridos en Madrid a finales de la década de los 90. Si no te da miedo…¡acompáñanos!

“El Baúl del Monje”

Los hechos ocurrieron en una tienda de antigüedades llamada “El Baúl del Monje”,situada en el número 10 de la calle Marqués de Monasterio, en Madrid.  En febrero de 1999, un grupo de investigación de fenómenos paranormales que trabajaba en Madrid fueron llamados por el dueño de la tienda que llevaba tiempo sufriendo unos extraños “poltergeist”.

El propietario relató al grupo HEPTA que oía ruidos violentos en la trastienda y cuando llegaba no había nada que los produjera, que las cosas cambiaban de sitio o salían volando por los aires, que la lámpara se movía y perdía lágrimas que aparecían en otras habitaciones…incluso habló de extrañas apariciones y materializaciones.

El propietario, a pesar de que los fenómenos fueron remitiendo hasta desaparecer por completo, finalmente abandonó el local ya que los supuestos poltergeist afectaron negativamente a sus ventas. Los siguientes inquilinos del local nunca notaron nada extraño.

Las explicaciones al fenómeno fueron variadas, unos opinaban que había algo en la tienda de antigüedades que estaba maldito o encantado y provocaba los fenómenos, otros hablaron de un hombre que había muerto intoxicado por un escape de gas, hacía años, en el edificio y que los poltergeist podían estar provocados por su fantasma y por último, como expone la investigadora del grupo Hepta en el vídeo, quizá el culpable fuera el propietario del “Baúl del monje”. El hombre ya había tenido que lidiar con estos hechos en otros locales en los que había instalado su negocio y la investigadora afirma haber constatado que cuando el hombre estaba nervioso los ruidos y movimientos eran mucho más frecuentes y violentos.

Otro de los investigadores comprobó con un magnetómetro que había un punto en el local en el que el campo electromagnético era prácticamente inexistente, cosa que afirmó que era imposible, ya que la Tierra está cruzada por varios campos electromagnéticos.