El misterio de las ESCRITURAS antiguas SIN DESCIFRAR: ¿QUIÉN les enseñó?
1. Lineal A
En 1893, el arqueólogo británico Sir Arthur Evans compró unas rocas antiguas con misteriosas inscripciones en un mercado de pulgas de Atenas. En un viaje posterior a las excavaciones que se llevaban a cabo en Knossos, en la isla de Creta, el arqueólogo reconoció uno de los símbolos de su reciente adquisición y comenzó el estudio de la escritura grabada en tablillas descubiertas en varios sitios de la isla. Evans halló dos sistemas diferentes, a los cuales llamó Lineal A y Lineal Brespectivamente. Mientras que Lineal B fue descifrado a principios de los 1950′s (resultó ser la representación de una temprana forma del griego), Lineal A aún no ha sido descifrado.
2. Jeroglíficos Cretenses
Jeroglíficos cretenses.
Las excavaciones en Creta también revelaron un tercer sistema de escritura, con símbolos que lucían más como imágenes que como aquellos de los escritos lineales. Algunos de estos símbolos son similares a los elementos de Lineal A. Se asume que esta escritura “jeroglífica” se desarrolló hasta llegar a Lineal A, y que ambos sistemas convivieron en el mismo periodo de tiempo.
A pesar de su nombre, no se trata precisamente de un sistema de escritura pictórico, sino que, juzgando por el número de símbolos que conocemos (unos cien), es un silabario. Sin embargo, es tan poco el material que se conserva y su contenido es tan breve y recurrente que es prácticamente imposible descifrarlo de momento. Se desconoce, por tanto, la lengua que se esconde detrás de esta escritura.
3. Escritura Wadi el-Hol
Wadi el-Hol
En los 1990′s, un par de arqueólogos de Yale descubrieron una serie de graffitis en la pared de un risco en Wadi el-Hol (barranco del terror), Egipto. La mayoría de las inscripciones estaban en un sistema que podían reconocer, pero una de ellas no les resultó para nada familiar. Parecería ser una transición temprana desde el sistema jeroglífico al alfabético, pero aún no ha sido descifrado.
4. Inscripción de Sitovo
La inscripción de Sitovo consiste en dos lineas de 3,4 metros de largo, conteniendo signos de 40 centímetros de tamaño. No es claro cual lenguaje representa. Tracio, celta, macedonio, frigio, y eslavo, son algunas de las posibilidades que los expertos han considerado. Otros son más escépticos sugiriendo que solo se trata de una caprichosa formación rocosa.
Inscripción de Sitovo.
En 1928 un grupo de leñadores se encontró con unas marcas talladas en la pared de una cueva cerca de la localidad de Plovdiv, Bulgaria. Al principio los hombres pensaron que las marcas podrían indicar la presencia de un tesoro escondido, pero no encontraron nada en el lugar. Pronto este hecho llegó a oídos de arqueólogos locales quienes organizaron una expedición para echar un vistazo al singular hallazgo. El servicio de inteligencia búlgaro siguió de cerca la aventura de los arqueólogos, y posteriormente decidió ejecutar al líder de la expedición por descubrir que en realidad era un agente secreto soviético. Una de las piezas de evidencia utilizadas en contra del soviético, fue un extraño mensaje codificado que había enviado a Kiev —de hecho, una copia de la inscripción hallada en la cueva y enviada a sus colegas soviéticos para analizarla.
5. Escritura Olmeca
Los Olmecas son una civilización ancestral Mesoamericana mejor conocida por las colosas estatuas llamadas “Cabezas Olmecas”. En 1999, el sistema de escritura de esta cultura fue revelado cuando constructores de una carretera desenterraron fortuitamente una tabla de piedra con inscripciones. La tabla muestra 62 símbolos; algunos lucen como maíz o bichos, y otros son algo abstractos. Dataría del 900 a.C., lo que la hace hasta ahora el ejemplo de escritura más antiguo del Hemisferio Occidental.
6. La Piedra de Singapur
Piedra de Singapur.
Hubo una vez una gigantesca losa hecha de arenisca situada la boca del río Singapur. Estuvo allí por cerca de 700 años, cuando, en 1819, unos trabajadores la descubrieron mientras sacaban del medio algunos árboles de la jungla. Unos pocos eruditos la estudiaron brevemente antes que fuera volada en pedazos con el objetivo de hacer espacio para una fortaleza que protegiera a un asentamiento británico cercano. Los pedazos que no terminaron en el fondo del río se utilizaron para pavimento de una carretera, mientras que otros pocos se salvaron y fueron rescatados. La escritura de la losa aún no ha sido descifrada, a pesar que se hicieron varios intentos, y se ha sugerido que el lenguaje representado podría ser: tamil, kawi, antiguo javanés o sánscrito.
La losa podría estar relacionada con una leyenda del S. XIV que dice que un hombre fuerte llamado “Badang” arrojó una gran piedra a la boca del Río Singapur. A la muerte de Badang, el rajá envió dos pilares para ser colocados sobre su lápida.
La piedra, actualmente exhibida en el Museo Nacional de Singapur, fue designada como uno de los 11 “tesoros nacionales” en enero de 2006, y por el Consejo de Legado Nacional de Singapur como uno de los 12 objetos más importantes expuestos en sus museos.
7. Rongorongo
Cuando los misiones llegaron a la Isla de Pascua en los 1860′s, se encontraron con unas extrañas tablillas de madera con símbolos grabados en ellas. Al preguntarle a los nativos Rapa Nui lo que significaban las inscripciones, les respondieron que nadie lo sabía, ya que los esclavistas provenientes del Perú se habían llevado de la isla a todos los hombres sabios.
Los Rapa Nui utilizaban las tablillas como leña o como carrete de pesca. Para finales del siglo casi todas habían desaparecido. La escritura Rongorongo alterna direcciones; se lee una linea de izquierda a derecha, y luego se voltea la tablilla 180 grados para leer la siguiente línea.
Hay autores que dicen que esta forma de escritura es la única escritura estructurada en toda Oceanía, aunque falta todavía un desciframiento fiable para comprobarlo. Los símbolos o los glifos vienen tallados a lo largo de ranuras hechas con antelación al grabado en los artefactos y son de una altura media entre 9 y 14 mm. Parecen representar gráficamente figuritas de seres antropomórficos en diversas posturas, otras criaturas de fantasía que se asemejan a las aves, a las plantas y a otros animales terrestres y acuáticos, objetos celestes, así como también objetos geométricos, pequeños anzuelos, entre otros.