El Enigma del Pájaro Monstruoso de Copiapó
Durante siglos el ser humano ha compartido la vida y el planeta con animales, aunque los pájaros han sido los más lejanos y los que más han hecho volar la imaginación de los hombres. Quizás el hecho de no dominar los cielos era un acicate para que muchas personas al mirar arriba mitificaran en muchos aspectos a estos habitantes alados de nuestro entorno. Es así como a través de los años viejas crónicas nos han ido informando de seres alados monstruosos que han sido avistados por personas, incluso algunas de estas personas dicen haber sido atacadas por aves rapaces de gigantescas envergaduras, pero los ornitólogos rechazan la idea de que semejantes criaturas puedan haber existido y menos que aún existan en nuestro mundo moderno.
El 18 de Marzo de 1868, el Diario “El Constituyente” de Copiapó (Chile) encabezaba con un curioso titular “ESTE ES UN CUENTO” y hacía mención de una carta procedente de la mina “Fantasma” , fechada el 16 del mismo mes de Marzo.
La noticia decía:
“Ayer, a eso de las cinco de la tarde, al tiempo que habían concluido los quehaceres del día en esta mina, y estando todos los operarios reunidos esperando su cena, vimos venir por los aires, del lado de “La Ternera”, un ave gigantesca que a primera vista tomamos por una de las nubes que en ese momento entoldaban en parte la atmósfera, suponiéndola desprendida de sus compañeras por una ráfaga casual de viento.
A medida que el objeto en cuestión se acercaba infundiéndonos una justa sorpresa pudimos notar que era un volátil desconocido ¿De dónde venía ¿Adónde iba
Su dirección era de nordeste a suroeste, su vuelo rápido y en línea recta.
Cuando pasó a corta distancia sobre nuestras cabezas pudimos notar la rara estructura de su cuerpo. Sus grandes alas estaban vestidas de plumas parduscas; la cabeza del monstruo parecía a la de la langosta y con ojos tamañamente abiertos y brillante como ascuas, se veía cubierta de algo parecido a grueso y espeso vello, como cerda; mientras que el cuerpo, prolongándose cual el de la serpiente, sólo dejaba ver escamas brillantes, que sonaban como partículas metálicas cuando el raro animal se replegaba sobre sí mismo”.
Esta es la estructura principal de la noticia aunque también los mineros decían haber percibido un detestable olor en los momentos de la observación, al arsénico cuando se quema, lo cual trajo de inmediato la relación con lo demoníaco
¿Se trataba realmente de un pájaro, de un reptil volador, o de lo que comúnmente se llama un Ovni?
En fecha 26 de Abril de 1890 un artículo publicado en el “Epitaph de Tombstone” también nos habla de un monstruo alado que se parecía a un enorme caimán, con cola larga, y un inmenso par de alas. Las crónicas hablan que dos cazadores lo mataron con disparos de rifle y que sus medidas eran 28 metros de largo y la envergadura entre punta y punta de las alas eran 49 metros. El extraño ser alado carecía de pelos o plumas y su mandíbula era muy desarrollada y tenía afilados dientes.
La zona de Tombstone en aquellos años se hizo famosa por este tipo de aves monstruosas que cruzaban sus cielos y aunque seguramente gran parte de estas crónicas sean falsas, algunas de ellas resultan muy documentadas y más de una de estas observaciones podría clasificarse dentro de otros fenómenos anómalos y que en aquellos años aún no tenían la gran difusión que se les proporciona hoy en día.
El siglo XIX sí contó con una gran casuística de personas afectadas por grandes aves que de una u otra forma pasaron a la historia como “ataques de aves a humanos” y que las personas del campo idealizaron, temieron, y que más de alguno sufrió en carne propia. Algunos ejemplos:
En el año 1878, en el Estado de Missouri, EEUU, en la localidad de Tippah County, un niño de ocho años fue capturado por una gigantesca águila cuando se encontraba jugando en el patio de su colegio. El niño fue elevado rápidamente por la gigantesca ave y solo lo soltó cuando disparos y gritos de las personas que vieron el episodio seguramente la asustaron. Dada la altura de donde soltó al niño, este murió por las heridas de la caída y también por las heridas de garra del ave que se habían hundido profundamente en su cuerpo.
En Suiza en el año 1838 una niña de cinco años, Marie Delex también fue capturada por una gigantesca águila. La desafortunada niña fue encontrada destrozada en las rocas de un acantilado con su cuerpo mutilado.
En Noruega, Svanhild Hantvigsen tuvo mejor suerte en 1932, al haber sido capturada por una gigantesca águila y llevada al nido de su captora. Fue rescatada por personas que observaron el episodio y pudo vivir para contarlo.
Lo cierto es que al existir unas dimensiones extremas como las descritas por los testigos un águila puede levantar un peso realmente asombroso.
Aunque en los años que corren estas crónicas resulten casi imposibles, remontándose a unos 10.000 años de antigüedad se sabe de la existencia de un ave llamada Teratórnido cuyas dimensiones podrían haber sido de unos 3,3 metros de envergadura por 7,5 metros de largo, y con un peso promedio de 80 kilos. Su existencia está avalada por fósiles encontrados en países como Argentina, México, y el Sur de los Estados Unidos.
La existencia de aves gigantesca, verdaderos monstruos de la naturaleza se han dado siempre a través de la historia. Es así como existe una leyenda entre los indios “Illinois” quienes eran atemorizados constantemente por un gran pájaro que denominaban piasa o el ave devoradora de hombres. Para poder poner fin a este drama la leyenda cuenta que, Quatogo, jefe de los illinois se ofreció como cebo mientras sus guerreros esperaban emboscados para terminar de una vez con esta mortífera ave. El ave fue muerta y Quatogo salió ileso, aunque la leyenda perdura en la zona ya que en el Estado americano de Illinois cerca de Alton, aún existe un dibujo en unas rocas cercanas al río que dibujan una gran ave, y los indios disparaban sus flechas a la imagen como recuerdo póstumo a sus antepasados. Este dibujo fue observado por misioneros en el siglo XVII y actualmente el dibujo que existe en la roca es nuevo y se pintó en el año 1970, pues el antiguo estaba casi desaparecido con el paso del tiempo y la erosión misma.
El piasa según la leyenda era escamoso, con larga cola, cuernos y ojos de color rojizo. Al parecer se le veía solo una vez al año ya que seguía las pautas de los animales que invernan, pero sus pocas salidas causaban reales estragos entre los habitantes indígenas de la zona.
Existen otras tribus indígenas de la zona de Ontario (Canadá) que su tradición les habla del ave del trueno , sus descripciones concuerdan en que era un ave gigantesca, blanca por debajo y negra por encima, su batir de alas era majestuoso ya que sus apariciones eran como la de los aviones planeadores, y no emitía ruido alguno con sus alas.
Lógicamente podemos pensar que estos episodios de captura de personas por estas gigantescas aves sean cosa del pasado, o supersticiones de las personas, incluso que nuestras grandes ciudades hayan ahuyentado estas aves a parajes más remotos, también puede que hoy en día la extinción de muchas especies no avale la existencia de este tipo de ave ¡puede ser! Pero, hace unos pocos años atrás, en Julio de 1977 fueron localizadas cerca de Delava (Illinois) dos aves de gran tamaño tratándose de llevar una cerdo de casi 30 kilos.
Y ese mismo año el niño Marlon Lowe de nueve años, fue capturado por una gran ave que lo soltó a unos cuatro metros del suelo luego que su madre se dio cuenta del hecho. Los gritos de horror de la madre salvaron a su hijo que fue soltado por esta ave, aunque posteriormente este niño tuvo problemas de tipo psíquico-social; sus amigos se reían de él con el mote “el niño del pájaro” , su pelo se volvió gris y tenía miedos nocturnos. Lo más curioso de este episodio es que también ocurrió en el Estado de Illinois (EEUU) y las descripciones de la madre de Marlon Lowe coinciden plenamente con el ave de las leyendas indígenas llamada PIASA.
Hace un tiempo atrás una importante cadena televisiva americana realizó un interesante reportaje sobre la existencia de esta posible ave gigantesca y la relación con los testimonios recogidos en años pasados. Marlon Lowe fue localizado y ya con canas en sus sienes se reafirmo en los relatos ofrecidos por su madre y su exclusiva experiencia que tuvo en aquella época
Siguiendo este repaso sobre seres alados imposibles, o quizás posibles, pero bajo unas circunstancias que ni siquiera imaginamos. Podemos hacer mención que los testigos Libby y Deany Ford vieron un gran pájaro negro cerca de Brownsville, el cual fue identificado como un pteranodon (Pterodáctilo)
Esta observación fue ratificada por otra serie de testimonios de personas que habitaban cerca de la zona del primer testimonio. Las descripciones concuerdan en que las alas son muy parecidas a las de los murciélagos, su forma de volar es casi planeando, sin ruidos. En este punto hay de añadir que en los años sesenta en Virginia (EEUU) existió una gran ola de avistamiento de seres con aspecto de Hombres-Murciélagos . El investigador americano John A Keel , editó un libro especialmente dedicado a este tema, el libro titulado The Mothman Prophecies (Las Profecías del Hombre Murciélago) hace una descripción de unos seres con aspecto de murciélago quienes fueron descritos en aquellos años. Incluso a finales de los años 90 una película denominada “El hombre polilla” recuerda estos hechos ocurridos en la localidad Point Pleasant (Virginia Occidental) en los años 1966 y 1967. La pregunta es obvia ¿Cómo es posible un pteranodon en nuestros tiempos? ¿Sobreviven algunos ejemplares aún de esta ave prehistórica
En este punto no falta quien aporta las más diversas teorías al respecto, desde materializaciones del pasado en nuestros días, hasta ciertas especies que habrían sobrevivido ocultas y que solo algunos pocos ejemplares quedarían para la desesperación de la criptozoología
SERES HUMANOIDES ALADOS
En el tema de grandes aves elevándose con niños por la campiña, aunque resulten fantásticas también son verosímiles ya que algunas víctimas han resultado ilesas y han podido contar su anécdota, pero en este apartado de los seres humanoides alados comprendemos que debemos hacer un esfuerzo mayor para asimilar ciertas historias. De todas maneras, muchos episodios de estos fantásticos seres alados, que se mueven entre lo humano y lo animal no es cosa sola de ahora, sino que la mitología antigua en muchos casos los aceptó como verdaderos, dando por hecho que existían y compartían sus vidas con los humanos.
El investigador John A. Keel siguió de cerca toda la gran oleada que se produjo en el Estado de Virginia por los años sesenta, y es así como hemos podido mantener hasta nuestros días los detalles de las primeras observaciones del denominado mundialmente como el hombre-polilla .
¿Qué era este raro ejemplar que fue visto en varias ocasiones?
Las descripciones de una serie de testigos cualificados como personas serias, nos describen un ejemplar que medía entre 1,5 y 2 metros de altura, de color gris o pardo, con forma humana, pero sin brazos ni cabeza visibles, ojos rojizos, brillantes y luminosos, allí donde se encuentran los hombros de una persona normal las alas se desplegaban hacia atrás, y su envergadura era de unos tres metros.
La gran oleada de avistamientos de este singular ser fue en los meses de Noviembre y Diciembre de 1966 y luego desapareció dejando para las enciclopedias de lo extraño su breve pero peculiar estadía en este mundo.
Algunos testigos como los señores Scarberry y Mallette dicen que en su observación ocurrida en Point Pleasant (West Virginia-EEUU) vieron una forma humana de unos 1,8 y 2 metros aproximadamente, de color grisáceo y con grandes alas. Se desplazaba sobre dos pies, y cuando ellos aceleraron el coche, el ser volador se elevó y se mantuvo a su mismo nivel y a la misma velocidad que llevaban ellos.
Las primeras apariciones de este singular ser alado vienen de los años 1960, 1961, y casi todas las observaciones se dieron en West Virginia, donde los testimonios fueron tan explícitos y claros como este que reproducimos:
“A nuestras espaldas se desplegaron unas alas que prácticamente llenaron toda la carretera. Casi parecía un pequeño avión. Entonces despegó rápidamente, desapareciendo a nuestra vista en pocos segundos. Pisé el acelerador y me apresuré a alejarme de allí. Hablamos de lo sucedido y decidimos no contarle nada a nadie. ¿Quién iba a creernos?
Efectivamente, quién iba a creerlos.
Los avistamientos de humanos voladores siguen y es así con tres soldados de la guerra del Vietnam también vieron un ser volante con alas adheridas a brazos y manos, aunque esta vez las descripciones hablaron de una mujer desnuda, de piel negruzca, al igual que alas y cuerpo. La visión de los marines dijeron haber visto un resplandor al principio de la observación y no se dieron cuenta hasta que tuvieron el ser alado arriba de ellos sobrepasándolos.
En Cornualles (Inglaterra) en los años 1976 y 1978, cerca de la Iglesia de Mawnan, numerosos testigos afirmaron haber visto a un hombre-buho , los testimonios coincidieron en la descripción de un gran búho tan grande como un hombre, con ojos rojizos y brillantes. Sus extremidades inferiores terminaban como en pinzas, y su pelaje era grisáceo, poseía una boca muy grande, y su aspecto era terrorífico. Las descripciones coincidieron en la fecha que también otro monstruo imposible daba de hablar por la zona, nos referimos al Monstruo de Morgawr , este espécimen relatado por testigos como un ser acuático tenía forma de lagarto y solo hacemos mención ya que su fecha de apariciones fue precisamente cuando se detectó este curioso, hombre-búho .
La hipotética existencia de estos seres alados, con aspecto muy humano, no solo es atribuible a los Estados Unidos, ya que este país por los años treinta, importó numerosas leyendas de gárgolas volando encima de aterrorizados campesinos. También existen casos parecidos en todas partes del planeta y esta vez nos trasladaremos al Cono Sur, precisamente a Chile donde el periodista Osvaldo Murray a recopilado recientemente en Febrero de 1996 nuevos relatos de hombres-pájaros los cuales fueron observados en la barriada denominada “Juanita Aguirre”. La observación de dos matrimonios fue por casualidad, ya que se encontraban conversando en la puerta de la casa de uno de ellos, cuando instintivamente se fijaron que en un árbol cercano había un pájaro muy extraño, gigantesco, negro, el cual emprendió vuelo casi sin ruido. Las descripciones coinciden en determinar un cuerpo casi humano de “aquello” que volaba, su vuelo era con los brazos pegados al cuerpo, y emitía una breve pero compacta luz azulina.
La pregunta es difícil y compleja ¿Ilusiones urbanas? ¿Qué vieron realmente estas personas?
Seguramente más de un lector podrá pensar que estas observaciones se dan en países tercermundistas o entre personas de bajo nivel cultural. La realidad es otra y el fenómeno de la observación de estos seres alados es muy parecido a los avistamientos Ovnis que tienen muchas otras personas. No hay que irse muy lejos en el tiempo y menos en el espacio para recordar que en los meses de Junio, Julio y Agosto de 1990 el periódico La Vanguardia de Barcelona más de una vez publicó cartas de más de personas que decían haber visto una gigantesca ave volando sobre la capital catalana. Esta hipotética ave también fue vista en la zona de El Vendrell en otras ocasiones, a pesar de que la posibilidad de la broma está siempre presente, no nos queda más que decir, que las personas interpretan muchas veces cosas en forma errónea, pero también existe una posibilidad por pequeña que sea que estamos viviendo en un mundo que aún no conocemos, y es mejor pecar de humildad que de soberbia, por esta razón dejaremos a criterio personal lo descrito, que ya escrito está para hacer meditar.