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El Arca de Noé

Sabemos que las instrucciones para construir un arca realmente existieron y fueron encontradas en tablillas sumerias de hace cuatro mil años. Irving Finkel, curador de artefactos mesopotámicos del British Museum, pasó décadas tratando de traducir el contenido de estas antiguas tablillas, que resultaron ser muy precisas. Asegura que los datos proporcionados para la construcción de un arca redonda son totalmente verificables y las medidas tienen sentido.

Esta construcción, ambiciosa para su época, pudo haber tenido la apariencia de un cuenco hecho de cuerdas apiladas, similar a una especie de costillar hecho de sauces. Las antiguas instrucciones indicaban que debía tener la forma de un bote, para el cual se necesitarían más de 527 kilómetros de cuerda, según las instrucciones dadas por la deidad mesopotámica Enki, según las tablillas.

Sin embargo, las diferencias entre las indicaciones del dios a los constructores y las medidas reales son significativas, aunque las tablillas también mencionan el tiempo necesario para cocinar el alquitrán para impermeabilizar el enorme bote.

En las tablillas, que pertenecen al Museo Británico, se relata cómo las deidades decidieron acabar con la humanidad enviando un diluvio que arrasaría con toda la vida, similar al relato del Génesis.

El texto también señala que los animales debían ser colocados en el arca “de dos en dos”, siendo esta la mención más antigua antes del relato de Noé. Los hebreos, un pueblo sometido por los babilonios en ese entonces, pudieron haberse apropiado del mito de la gran inundación de la deidad Enki, transcribiéndolo luego en su gran epopeya narrativa.

El Pentateuco tiene varias fuentes, y la fuente yahvista (que usa el nombre de YHWH, transliterado como Jehová o Yahveh para Dios) se ubicaría poco después de la separación de Judá de Israel en el 920 a.C. Los capítulos que corresponden a la historia del Diluvio pertenecen a esta fuente, por lo que la fecha más probable de su transcripción puede ser entre el 850 y 920 a.C.

El Arca de Noé

La versión del diluvio recogida en el Génesis se basa en textos del siglo XVIII a.C. de la literatura mesopotámica, conocida como la historia de Uta-na-pistim (dentro del Poema de Gilgamesh). Gilgamesh, también conocido como Istubar, según la Lista Real Sumeria, fue el quinto rey de Uruk alrededor del 2650 a.C.

El texto mesopotámico relata lo siguiente:

Enlil decide destruir a la humanidad porque le resultan molestos. Ea advierte a Uta-na-pistim para que construya un barco. El barco debe llenarse de animales y semillas. Llega el día del diluvio y toda la humanidad, excepto Uta-na-pistim y sus acompañantes, perece.

El “arca de Gilgamesh” soporta las lluvias que inundan la Tierra hasta quedar varada en el Ararat, en Irak: “A una distancia de catorce leguas apareció una montaña y el arca quedó atrapada en la montaña de Nisir”.

No hay duda de que el Diluvio fue un acontecimiento universal, ya que hay relatos muy similares encontrados en todas las culturas del mundo, como lo que nos explica el Génesis sobre Noé y el Diluvio:

– Relatos egipcios:

El Texto de los Muertos: un texto del antiguo Egipto en el que la deidad Atón menciona la desaparición de la tierra por “el océano del firmamento” en los inicios de los tiempos. Se ha interpretado esta metáfora como una alusión a un vasto diluvio.

Mar voraz: un texto egipcio de la decimoctava dinastía que relata cómo las aguas cubrieron las tierras del antiguo Egipto.

– Relatos griegos:

Según la mitología griega, hubo un gran diluvio provocado por la ira de Zeus. Esta historia se relata en la tradición de Licaón y su descendencia, quienes, según la leyenda, fueron los primeros en habitar Arcadia. Los hijos de Licaón tenían una naturaleza tan malvada que provocaron la cólera de Zeus, quien decidió generar un diluvio que destruyera a todos los mortales. Prometeo, conociendo los planes de Zeus, avisó a su hijo Deucalión para que él y su esposa, Pirra, construyeran una gran embarcación para salvarse. Tras nueve días de lluvias, el diluvio cesó y la embarcación encalló en el Parnaso. Esta historia explica la aparición de la humanidad tras la purificación.

– La versión de Beroso:

Una narración sumeria en la que a un rey llamado Ziuzudra se le apareció Cronos. Cronos le advirtió que debía construir una embarcación para su familia y su ganado para sobrevivir a un gran diluvio.

– India:

En las Escrituras védicas de la India, encontramos a un rey llamado Svayambhuva Manu, el primer hombre según la mitología hindú, quien fue advertido por un pez de la llegada de un diluvio. Gracias a este aviso, Manu pudo construir una embarcación que le salvó la vida. La mitología hindú también prevé futuros diluvios purificadores de la humanidad.

– Inca:

La deidad Viracocha, responsable de la creación de los humanos, harto de su corrupción, decidió exterminar a aquellos que no merecían seguir viviendo. Al resto los transformó en animales o los salvó del diluvio llamado “Uno Pachacuti”.

– Maya:

La tradición maya habla de dos cataclismos: un gran diluvio de agua llamado Haiyococab que purificó a la humanidad en el pasado y un diluvio de llamas de fuego que volverá a hacer lo mismo en el futuro.

– Mapuche:

En las creencias del pueblo amerindio mapuche, también hay una leyenda sobre la inundación del hogar de este pueblo o del mundo debido a la lucha entre dos serpientes, llamadas Treng treng vilu y Caicai Vilu. La leyenda cuenta que la serpiente amiga Treng treng vilu advirtió a los mapuches que la serpiente enemiga Caicai vilu planeaba un exterminio mediante una terrible inundación y les instó a refugiarse en el cerro sagrado que ella habitaba. Los que se refugiaron se salvaron, mientras que los alcanzados por las aguas se convirtieron en peces, cetáceos y rocas. Así fue como se salvó la humanidad cuando estos pocos hombres descendieron del cerro en el que se refugiaron.

– Pascuense:

La tradición del pueblo de Isla de Pascua dice que sus ancestros llegaron a la isla escapando de la inundación de un mítico continente o isla llamada Hiva.

– Azteca:

En el manuscrito azteca conocido como Códice Borgia (Códice Vaticano), se recoge la historia del mundo dividido en edades, de las cuales la última terminó con un gran diluvio a manos de la deidad Chalchitlicue.

– Uros:

En el lago Titicaca, donde habita un grupo de indígenas conocidos como uros o urus, hay una leyenda local que dice que después del diluvio universal, fue en el lago Titicaca donde se observaron los primeros rayos del Sol.

– Moussaye:

En Chad, la tribu moussaye cuenta la historia de una familia que vivía en un lugar remoto. Un día, la madre quiso preparar una comida opípara para su familia, así que tomó el mortero con su majador para moler el grano y hacerlo harina. En aquel tiempo, el cielo estaba mucho más cerca que ahora, y se podía tocar con la mano. Al moler, la mujer se descuidó y levantó el majador tan alto que hizo un agujero en el cielo. En ese momento, comenzó a caer mucha agua sobre la tierra. No era una lluvia normal. Llovió durante siete días y siete noches hasta que toda la tierra quedó inundada. A medida que caía la lluvia, el cielo se iba elevando hasta alcanzar la altura inalcanzable que tiene hoy. Desde entonces, perdimos el privilegio de tocar el cielo con la mano.

– Kawésqar:

Para los Kawésqar, o Alacalufes, de Tierra del Fuego, una gran inundación tuvo lugar cuando un joven cazó una nutria (o coipo, según otra versión) que estaba prohibido cazar. Esta criatura estaba protegida por el espíritu de las aguas, quien, dolido por esta afrenta, hizo subir el mar para vengarse de toda la humanidad. Al final del relato, el joven y su novia se salvan al subir a altos cerros. Luego, ellos son los encargados de repoblar la tierra.

En Colombia, los indios Chibchas también conservan el recuerdo de una gran inundación. En Ecuador, dos hermanos escaparon del diluvio subiendo a una alta montaña. Entre los indios Inuit de Alaska hay una leyenda sobre un gran diluvio que se extendió por toda la Tierra. Los Luisenos de Baja California y los Dakotas comparten historias similares, y los Chickasaws aseguraban que el mundo había sido destruido por el agua, pero una familia se salvó junto con una pareja de cada especie animal.

En el bosque tropical malasio, los chewong también creen en el diluvio universal. En Laos, al norte de Tailandia, hay una leyenda sobre unos seres llamados los Thens, que provocaron el fin de una era creando un diluvio del que solo se salvaron tres hombres y varias mujeres a bordo de una barca. Los karins de Birmania tienen creencias muy similares, y en Vietnam se especifica que esos hermanos, hombre y mujer, iban acompañados de una pareja de cada especie animal.

Muchas civilizaciones antiguas han tenido, de una forma u otra, relatos que involucran un diluvio y la posterior salvación de la humanidad. En total, se han recopilado alrededor de quinientas leyendas sobre un Diluvio Universal en todo el mundo.

Por jaime