Sa-Nakht El Faraón Místico
La antigua civilización egipcia siempre ha fascinado a los humanos. En el interior de uno de los pulgares, encontraron los restos de un hombre extraordinario que data del año 2700 a.C., la Tercera Dinastía del Reino Antiguo.
Hay diferentes opiniones en lo que respecta a su identidad y posición en la historia, y los eruditos no tienen muy claro en qué lugar exacto de la línea de tiempo existió; algunos eruditos creen que fue el fundador de la dinastía, mientras que otros piensan que fue un rey posterior que Puede haber sido la misma persona que Nebka, nombre que aparece más adelante en las listas del rey.
Cuando conocemos a Sa-Nakht, una de las cosas que lo distingue de otros faraones es su extraordinaria altura. Según un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Zurich, Sa-Nakht pudo haber sido el caso más antiguo conocido de gigantismo. Se estimó que el esqueleto medía unos 187 cm (6 pies 1 pulgada) de altura, mucho más que la altura promedio de los antiguos egipcios, que era de alrededor de 164 cm (5 pies 4 pulgadas). Los investigadores también examinaron el cráneo del hombre, que muestra signos de gigantismo, como agrandamiento de los senos nasales y un arco superciliar engrosado. Llegaron a la conclusión de que Sa-Nakht probablemente tenía un tumor benigno en la glándula pituitaria, lo que hacía que secretara demasiada hormona del crecimiento.
El gigantismo es una enfermedad rara que afecta sólo a unas tres personas por millón. Suele provocar diversos problemas de salud, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y reducción de la esperanza de vida. Sin embargo, Sa-Nakht ha vivido lo suficiente para convertirse en faraón y dejar su huella en la historia. Está representado en dos fragmentos de relieve del Wadi Maghareh en la península del Sinaí, donde se le muestra golpeando a un enemigo y realizando un ritual.
Es posible que hayan visto a Sa-Nakht como una bendición divina por parte de sus súbditos, y es posible que lo reverenciaran como a un dios viviente. Es posible que su altura le haya dado una ventaja en la guerra y la diplomacia, ya que podía intimidar a sus oponentes y aliados. Es posible que haya sido considerado un gigante entre los hombres, tanto en sentido literal como figurado. La historia de Sa-Nakht es un ejemplo notable de cómo los antiguos egipcios abordaron la diversidad física y cómo la incorporaron a su cultura y religión. También muestra cómo la ciencia puede arrojar nueva luz sobre viejos misterios y revelar aspectos fascinantes de la historia humana.
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