Se han descubierto exoplanetas con una amplia gama de condiciones ambientales. WASP-76b es uno de los más extremos, con una temperatura diurna de más de 2000 grados.

Un equipo de investigadores ha descubierto que es aún más extraño de lo que se pensaba. Está unido a su estrella anfitriona por las mareas, por lo que vientos intensos lo rodean. Contienen grandes cantidades de átomos de hierro que fluyen desde las capas inferiores a las superiores alrededor de la atmósfera.

Los exoplanetas existen fuera de nuestro Sistema Solar y orbitan alrededor de otras estrellas. El primer descubrimiento confirmado se remonta a la década de 1990 y, desde entonces, se han descubierto más de 5200. Muchos de ellos son gigantes gaseosos como Júpiter o Saturno y otros son pequeños planetas rocosos similares a la Tierra, aunque tal vez no sean habitables.

A medida que se desarrollen telescopios y técnicas de detección más avanzados, no sólo aumentarán aún más nuestros niveles de detección, sino también nuestra capacidad para explorar estos mundos alienígenas.

Uno de estos exoplanetas, WASP-76b, ha recibido mucha atención últimamente. Se trata de un gigante gaseoso ultracaliente que se encuentra a 640 años luz de nosotros en dirección a la constelación de Piscis. Fue descubierto en 2013 y tiene una órbita muy cercana a su estrella anfitriona, completando una órbita en solo 1,8 días terrestres.

La proximidad a la estrella es lo que ha provocado las temperaturas extremas durante el día, que superan los 2000 grados. Se cree que el intenso calor vaporiza el hierro, que luego se condensa en líquido en el lado más frío de la noche y cae en forma de lluvia de hierro.

Un equipo de astrónomos, algunos de ellos de la Universidad de Ginebra, anunció en la revista Astronomy & Astrophysics sus hallazgos de evidencia de intensos vientos de hierro en la atmósfera de WASP-76b.

Los astrónomos han estado observando este planeta desde su descubrimiento para intentar comprender los mecanismos que se producen en la atmósfera de este mundo ultracaliente de Júpiter. Es realmente un mundo fascinante, e incluso se detectó allí un arcoíris el pasado mes de abril.

El equipo centró su atención en el lado diurno, donde las temperaturas son mucho más altas. Utilizaron el espectrógrafo ESPRESSO, que estaba instalado en el Very Large Telescope (¡sí, así se llama!) del Observatorio Europeo Austral. Es conocido por su estabilidad y su alta resolución espectral, lo que le permite discernir niveles de detalle maravillosamente finos en un espectro estelar.

Utilizando una técnica conocida como espectroscopia de emisión de alta resolución, el equipo estudió el espectro de luz visible. El método se basa en la detección de líneas de emisión en un espectro y permite descifrar la composición química. En este caso, detectaron la firma química del hierro y descubrieron que se desplazaba desde los niveles inferiores a las capas superiores de la atmósfera.

El estudio de las atmósferas de los exoplanetas nos ayuda a comprender mejor la variedad de entornos de estos mundos alienígenas. Como gigante gaseoso, los descubrimientos en WASP-76b nos ayudan a aprender un poco más sobre los climas de los mundos que se ven afectados por niveles extremos de radiación de su estrella anfitriona.

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