Los sitios de choque de objetos voladores no identificados (u OVNIs) a menudo son misteriosos por derecho propio, pero aún más cuando encuentras lo que simplemente se describe como «pequeños orbes» que se asemejan a «esperma cósmico» en el área en cuestión.

Pues eso es lo que descubrió el periodista George Knapp cuando obtuvo documentos -algunos clasificados- del ejército ruso sobre ovnis, algo que el gobierno soviético de la época rechazó alegando que no era más que “ propaganda occidental ”.

Refiriéndose a un descubrimiento realizado por el biólogo Yuri Simakov de pequeñas bolas descubiertas en el suelo de los sitios de aterrizaje, Knapp le dijo al podcast Weaponised :

“Las impresiones que hicieron desde el suelo fueron bastante dramáticas y no se parecen a nada que hayamos volado, y él compartió eso con nosotros.

Nos dio toda esta información y luego encontró estos pequeños orbes. Esas diminutas esferas perfectas… eran opacas.

Eran algo rojizos y anaranjados y los llamó ‘esperma cósmico’. Él pensó que eran algún tipo de mecanismo biológico, algún tipo de semilla, y me dio la mitad del suministro conocido de esperma cósmico en el mundo y los traje de vuelta”.

Aunque, si se pregunta dónde están estas esferas, Knapp se las envió al Dr. Thomas Hartmann de la Universidad de Nevada, quien confirmó que no había nada biológico en las ‘esferas’.

Knapp nunca recuperó las esferas, por lo que probablemente todavía estén por ahí en algún lugar, aún por recuperar…