Es posible que alguna vez hayas sentido una energía densa o «pesada» al estar en alguna parte o en presencia de una persona. También quizá hayas escuchado o tengas anécdotas sobre «vampirismo energético», interacciones en las que alguien consume de otra persona, y generalmente sin su consentimiento, su energía vital. Más allá de especulaciones en torno a las posibilidades de extracción energética, un hallazgo científico sugiere que efectivamente podrían estarse gestando intercambios energéticos entre personas ya sea voluntaria o involuntariamente.
Un grupo de científicos de la Universidad de Bielefeld, Alemania, hicieron un descubrimiento interesante demostrando que las plantas pueden absorber las fuentes alternativas de energía de otras plantas. Este descubrimiento genera un impacto importante en el futuro de la bioenergía, pues posiblemente podría proporcionar evidencia de que algunas personas absorben energía de otras personas de la misma manera.
El experimento fue realizado en algas, y el resultado, según el psicóloga y terapeutaOlivia Bader-Lee sugiere que el mismo puede aplicarse a los seres humanos.
El vampirismo energético
Los miembros de la investigación biológica del profesor Olaf Kruse, confirmaron por primera vez que una planta, de nombre científicoChlamydomonas reinhardtii, no sólo lleva a cabo la fotosíntesis, también tiene una fuente alternativa de energía, que puede absorber de otras plantas, según lo publicado en el sitio MedicalXpress.
El fenómeno neuropsicológico«Sinestesia», es una condición en la que un patrón cognitivo lleva al otro, mezclando sus sentidos. Por lo tanto, las personas que tienen esta capacidad, pueden ver o sentir el sonido, escuchar un olor, o personas que asocian con un tipo de color la música.
El aura de las personas
Vemos que esto no es sólo una suposición, es algo que ha sido descubierto por los científicos y confirmado por otros, y que durante miles de años era conocido en las culturas orientales.
Por lo tanto, nuestro campo áurico puede afectarse tanto cuánto se ve afectado no sólo por las personas que nos rodean, sino también por los objetos, ya que como se indica en la ciencia, todo es energía.