De acuerdo a un informe de investigación publicado por la NASA: “el descubrimiento de entidades inteligentes no humanas o vida inteligente en el espacio podría generar un efecto severo en el público o un shock”.
¿Revelación extraterrestre causaría un colapso de la sociedad?
En el número de diciembre de 1960/enero de 1961 de la revista NICAP UFO Investigator, se publicó un pequeño artículo bajo el título “Space-Life Report Could be Shock”. Decía lo siguiente:
“El descubrimiento de seres espaciales inteligentes podría tener un grave efecto en el público, según un informe de investigación publicado por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El informe advertía que Estados Unidos debía prepararse para afrontar el impacto psicológico de tal revelación. El informe, de 190 páginas, fue el resultado de un estudio de un año de duración realizado por la Brookings Institution para el comité de estudios a largo plazo de la NASA, por un valor de 96.000 dólares.”
El NICAP se extendió aún más:
“La comprensión pública de que seres inteligentes viven en otros planetas podría provocar cambios profundos, o incluso el colapso de nuestra civilización”
El informe de NASA también mencionaba:
“Sociedades seguras de su propio lugar se han desintegrado al enfrentarse a una sociedad superior.
Otras han sobrevivido aunque hayan cambiado. Está claro que cuanto mejor comprendamos los factores que intervienen en la respuesta a este tipo de crisis, mejor preparados estaremos”.
Aunque el grupo de investigación no esperaba ningún contacto inmediato con seres de otros planetas, afirmaba que el descubrimiento de razas espaciales inteligentes ‘podría, no obstante, producirse en cualquier momento’.”
NICAP – el National Investigations Committee on Aerial Phenomena, que era un grupo público de estudio de investigación sobre OVNIs – continuó en su informe:
“Aunque el problema OVNI no se indicó como motivo del estudio, sin duda fue un factor importante. El miedo a la reacción pública ante una admisión de la realidad OVNI fue citado como la principal razón para el secretismo en los primeros años de la investigación de la AF [Fuerza Aérea].
La comunicación por radio sería probablemente la primera prueba de otra vida inteligente, dice el informe de la NASA. Y añade: ‘También podrían encontrarse pruebas de su existencia en artefactos dejados en la Luna o en otros planetas’”.
El NICAP señalaba además que el documento daba peso a “…reflexiones previas de estudiosos que han sugerido que la Tierra podría estar ya bajo la atenta mirada de razas espaciales avanzadas”.
En 1958, el profesor Harold D. Lasswell de la Facultad de Derecho de Yale declaró:
“Las implicaciones de los OVNIs pueden ser que ya somos vistos con sospecha por civilizaciones más avanzadas y que nuestros intentos de afianzarnos en otros lugares pueden ser rechazados como una amenaza a otros sistemas de orden público’”.
Prof. Harold D. Lasswell
¿NICAP reconoce la existencia de civilizaciones más avanzadas?
El NICAP concluyó:
“La advertencia de la NASA de una posible conmoción del público, por la revelación de civilizaciones más avanzadas, apoya los argumentos anteriores del NICAP contra el secreto de la Fuerza Aérea sobre los OVNIs. Toda la información disponible sobre los OVNIs debe darse al público ahora, para que estemos preparados para cualquier eventualidad.”
El documento al que se refería el NICAP se titulaba “Proposed Studies on the Implications of Peaceful Space Activities for Human Affairs“. Era un documento redactado por un empleado de la Brookings Institution llamado Donald N. Michael. El informe fue contratado por el Comité de Estudios a Largo Plazo, que era una rama de la NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio. El documento se terminó y se entregó a la Cámara de Representantes del 87º Congreso de los Estados Unidos el 18 de abril de 1961.
Más de medio siglo después de su finalización, el documento sigue destacando por su intrigante y controvertido contenido, gran parte del cual tiene un impacto potencial en el fenómeno OVNI. Una de las entradas más notables dice así:
“Aunque no se producirán encuentros cara a cara con ella en los próximos veinte años (a menos que su tecnología sea más avanzada que la nuestra, lo que le permitiría visitar la Tierra), es posible que se descubran artefactos dejados en algún momento por estas formas de vida a través de nuestras actividades espaciales en la Luna, Marte o Venus”.
Algunos teóricos de los OVNIs han sugerido que esta afirmación sobre los “artefactos” podría implicar que Brookings y la NASA ya habían descubierto datos sobre la controvertida “Cara en Marte” y habían conseguido fotografías de la misma. A continuación, el informe hace lo que sólo puede interpretarse como una amenaza apenas velada, con respecto a lo que el futuro podría traer, si se confirmara la presencia de vida extraterrestre inteligente entre nosotros:
“Los archivos antropológicos contienen muchos ejemplos de sociedades, seguras de su lugar en el universo, que se han desintegrado cuando han tenido que asociarse con sociedades previamente desconocidas que propugnaban ideas y modos de vida diferentes; otras que sobrevivieron a tal experiencia lo hicieron generalmente pagando el precio de cambios en los valores y actitudes y comportamientos.”
El artículo de Michaels continúa:
“Puesto que la vida inteligente podría ser descubierta en cualquier momento a través de la investigación con radiotelescopios actualmente en curso, y puesto que las consecuencias de tal descubrimiento son actualmente impredecibles debido a nuestro limitado conocimiento del comportamiento incluso bajo una aproximación de tales circunstancias dramáticas, se pueden recomendar dos áreas de investigación:
- Estudios continuados para determinar la comprensión emocional e intelectual y las actitudes -y las sucesivas alteraciones de las mismas si las hubiera- respecto a la posibilidad y las consecuencias del descubrimiento de vida extraterrestre inteligente.
- Estudios históricos y empíricos del comportamiento de los pueblos y sus líderes cuando se enfrentan a acontecimientos dramáticos y desconocidos o a presiones sociales. Tales estudios podrían ayudar a proporcionar programas para afrontar y adaptarse a las implicaciones de tal descubrimiento.
Entre las preguntas a las que se desearía dar respuesta mediante tales estudios se incluirían: ¿Cómo y en qué circunstancias se puede presentar o ocultar esa información al público y con qué fines? ¿Cuál podría ser el papel de los científicos descubridores y otros responsables de la toma de decisiones en relación con la divulgación del hecho del descubrimiento?”.
Generó muchas interrogantes
Las preguntas eran muchas. Por supuesto, eran teóricas, pero provocaron que la NASA y el Gobierno de EE. UU. alzaran las cejas y se preocuparan. Las reacciones de un individuo ante un contacto radiofónico de este tipo, decía Brookings, “…dependerían en parte de su entorno cultural, religioso y social, así como de las acciones de quienes considerara autoridades y líderes, y el comportamiento de éstos, a su vez, dependería en parte de su entorno cultural, social y religioso.”
Y, como también dijo el equipo de Brookings:
“El descubrimiento sería sin duda noticia de primera plana en todas partes; el grado de repercusión política o social dependería probablemente de la interpretación que el liderazgo hiciera de (1) su propio papel, (2) las amenazas a ese papel, y (3) las oportunidades nacionales y personales de aprovechar la alteración o el refuerzo de las actitudes y valores de los demás.
Dado que el propio liderazgo podría tener una gran necesidad de calibrar la dirección y la intensidad de las actitudes públicas, para reforzar su propia moral y a efectos de toma de decisiones, sería muy ventajoso contar con algo más que opiniones personales sobre las opiniones del público y de otros grupos de liderazgo.”
“Proposed Studies on the Implications of Peaceful Space Activities For Human Affairs”, conocido como Brookings Report. Crédito de imagen: Wikimedia Commons
Revelación extraterrestre uniría a las naciones de la Tierra
Brookings destacó una cuestión importante que la conformación de vida extraterrestre podría tener sobre la Raza Humana, en su conjunto:
“El conocimiento de que existía vida en otras partes del universo podría conducir a una mayor unidad de los hombres en la Tierra, basada en la ‘unicidad’ del hombre o en la antigua suposición de que cualquier extraño es amenazador. Mucho dependería de lo que se comunicara entre el hombre y los otros seres, si es que se comunicaba algo”.
El impacto en la religión
Uno de los temas más controvertidos que ocupó a Brookings fue el relativo al impacto que la existencia de vida extraterrestre tendría en el mundo de la religión:
“Las posiciones de las principales confesiones religiosas estadounidenses, de las sectas cristianas y de las religiones orientales sobre la cuestión de la vida extraterrestre necesitan aclaración.
Consideremos lo siguiente: Las sectas fundamentalistas (y anticientíficas) crecen a buen ritmo en todo el mundo. Para ellas, el descubrimiento de otra vida -más que cualquier otro producto espacial- sería electrizante. Es necesario realizar algunos estudios dispersos tanto en sus centros e iglesias de origen como en sus misiones, en relación con las actitudes sobre las actividades espaciales y la vida extraterrestre”.
El informe se refiere a las posibilidades de vida:
El informe indica:
“Si se encontrara vida vegetal o alguna inteligencia infrahumana en Marte o Venus, por ejemplo, no hay a primera vista ninguna buena razón para suponer que estos descubrimientos, una vez explotada al máximo y agotada la novedad original, darían lugar a cambios sustanciales en las perspectivas o en la filosofía de gran parte del público estadounidense, al menos más de lo que, digamos, dio lugar el descubrimiento del celacanto o del panda.”
Brookings aconsejó a la NASA que la raza humana tenía muchas posibilidades de que su ego colectivo se viera afectado por un encuentro cercano con extraterrestres:
“Si se descubre una superinteligencia, los resultados se vuelven bastante imprevisibles.
Es posible que si la inteligencia de estas criaturas fuera suficientemente superior a la nuestra, optarían por tener poco o ningún contacto con nosotros. A primera vista, no hay razón para creer que podríamos aprender mucho de ellos, especialmente si su fisiología y psicología fueran sustancialmente diferentes de las nuestras”.
El informe Brookings dice que los más afectados por la revelación de vida extraterrestre inteligente serían los científicos.
Irónicamente, según Brookings, los más “devastados” por el descubrimiento de vida extraterrestre podrían no ser el público en general, sino la comunidad científica, los mismos que buscan a los alienígenas. Brookings explicaba así su postura al respecto:
“Se ha especulado que, de todos los grupos, los científicos e ingenieros podrían ser los más devastados por el descubrimiento de criaturas relativamente superiores, ya que estas profesiones están más claramente asociadas con el dominio de la naturaleza que con la comprensión y la expresión del hombre.
Una comprensión avanzada de la naturaleza podría viciar, como mínimo, todas nuestras teorías, si no exigiría también una cultura y quizá un cerebro inaccesibles para los científicos terrestres”.
El informe continúa:
“Tal vez sea interesante observar que, cuando se les preguntó cuáles serían las consecuencias del descubrimiento de vida superior, los lectores de Saturday Review optaron, en su mayoría, por no responder en absoluto a la pregunta, a pesar de sus respuestas detalladas a muchas otras cuestiones especulativas.
Un medio posible, aunque no del todo satisfactorio, de hacer ‘real’ la posibilidad para muchas personas sería confrontarlas con las especulaciones actuales sobre el C.I. de la marsopa y animarlas a ampliar las implicaciones de esta situación.
Tales estudios incluirían reacciones históricas a bulos, manifestaciones psíquicas, objetos voladores no identificados, etc. El estudio de Hadley Cantril, Invasion from Mars (Princeton University Press, 1940), proporcionaría una guía útil aunque limitada en este campo.
Un estudio comparativo de los factores que afectan a las respuestas de las sociedades primitivas a la exposición a sociedades tecnológicamente avanzadas podría aportar una comprensión fructífera. Algunas prosperaron, otras perduraron y otras murieron”.
Esta última frase es la que más preocupaba -y sigue preocupando- a la humanidad. Si algún día los extraterrestres -amistosos u hostiles- se presentan ante nosotros, hay muchas posibilidades de que, como señalaba el informe Brookings hace tantas décadas, desde el punto de vista psicológico no sobrevivamos al encuentro, al menos no intactos.
F