La Atlantis puede haber sido finalmente descubierto después de que un grupo de aparentemente “estructuras hechas por el hombre” en el Océano Atlántico Norte dejara atónitos a los historiadores.
Muchos han dedicado sus vidas a la búsqueda de la mítica ciudad, sobre la que el filósofo griego Platón escribió por primera vez en el año 360 a.C. Sin embargo, un descubrimiento en las islas Azores, cerca de Portugal, llevó a los historiadores a creer que la tierra que hoy en día atraviesa el mar podría ser parte de la ciudad perdida de Atlantis. El arqueólogo Nuno Ribeiro, de la Asociación Portuguesa de Investigación Arqueológica, afirma que las obras de arte encontradas en la isla sugieren que las Azores fueron hechas por el hombre y ocupadas por el hombre hace miles de años.
Los hallazgos de Ribeiro fueron revelados durante el nuevo documental de Amazon Prime “Atlantis: Proof That Left Historians Speechless”.
El narrador lo reveló: “Algunas personas creen que las islas podrían ser las cimas de la Atlántida. Todas las islas tienen un origen volcánico, aunque algunas, como Santa María, no han registrado actividad desde que se establecieron las islas. Las Azores son algunas de las montañas más altas del planeta.
Un pequeño número de estructuras que fueron utilizadas para entierros han sido identificadas en la isla por el arqueólogo portugués Nunu Ribeiro desde hace 2.000 años.
Algunas de las estructuras parecen ser de la Edad de Piedra, lo que sugiere que existía una civilización lo suficientemente avanzada para viajar y colonizar las islas remotas.
Se dice que la Edad de Piedra tuvo lugar entre los años 9.600 a.C. y 2000 a.C., cientos de años después de las afirmaciones de Platón.
Sin embargo, no es la primera vez que la gente afirma haber encontrado la Atlántida.
Hace unos días, una enorme ciudad antigua de 8.000 años de antigüedad se descubrió que se escondía en la costa británica.
Doggerland, una enorme área de tierra seca que se extendía desde Escocia hasta Dinamarca, fue sumergida lentamente por el agua entre 18.000 y 5.500 a.C.
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