Sin embargo, quizás la humanidad no debería apresurarse y construir la primera colonia extraterrestre dentro de asteroides cerca de la Tierra .
El vacío helado del espacio plantea una serie de tareas para que la humanidad se proporcione un hogar confortable.
Los futuros colonos no solo tendrán que tener cuidado con la radiación cósmica y el viento solar, sino que también tendrán que estar en una gravedad cercana a la Tierra para que sus cuerpos funcionen correctamente.
En el caso de la Luna o Marte, la opción más conveniente es la construcción de bases subterráneas que protegerán a los terrícolas de las radiaciones dañinas.
Sin embargo, la baja gravedad de estos mundos no se puede superar con solo descender unos metros a las profundidades, por lo que investigadores de la Universidad de Rochester (EE. UU.) sugirieron comenzar con pequeños asteroides que habría que girar un poco.
La idea tiene algo en común con el proyecto de crear una estación espacial giratoria, sin embargo, tratándose de un objeto completamente artificial, este será un reto muy difícil para la economía de toda la tierra .
Para garantizar una gravedad normal, la estación espacial debe tener al menos 30 metros de ancho, y cuanto más grande, mejor.
Por lo tanto, ¿no es más fácil no “reinventar la rueda”, sino tomar material ya hecho en forma de asteroide?
Por ejemplo, el asteroide 16 Psyche, rico en metales, es un excelente candidato para el título de la primera colonia extraterrestre: al extraer valiosos metales de tierras raras de sus entrañas, proporcionaremos a la nueva colonia recursos de construcción primarios y conseguiremos un objeto hueco en su interior.
Habiendo destorcido a Psyche, obtendremos una gravedad artificial de la mitad de la de la tierra, por lo que parecería que el problema está resuelto. Pero hay otro problema: la dureza.
Lo más probable es que Psyche y asteroides similares no sean adoquines monolíticos, sino un montón de piedras comprimidas, de modo que si intentas girarlo, se desmoronará.
Sin embargo, este problema también se puede resolver envolviendo el asteroide con un material fuerte que evite que se derrumbe.
Además, al cubrir este “envoltorio de caramelo” con paneles solares, se podrá abastecer de energía a la colonia.
Lamentablemente, los científicos aún no han inventado un material con la resistencia a la tracción necesaria, aunque existen candidatos prometedores, como la fibra de carbono.
Quizás para cuando la humanidad alcance el nivel tecnológico necesario para crear una colonia extraterrestre, ya tengamos los materiales necesarios y podamos construir las primeras casas dentro de asteroides envueltos como caramelos.
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