La civilización de caral

La civilización de caral

Hace aproximadamente 5.000 años, en el corazón de lo que hoy conocemos como América, floreció una de las civilizaciones más enigmáticas y avanzadas de su tiempo: Caral. Esta sociedad precolombina no solo es reconocida por su antigüedad, comparable con las grandes civilizaciones del mundo antiguo, sino también por su sofisticada comprensión del mundo natural que les rodeaba.

Innovaciones en Arquitectura y Astronomía

En el fértil valle medio del río Supe, los caralinos construyeron su ciudad con una visión futurista, conscientes de la constante amenaza de los terremotos que sacudían la región. No se limitaron a construir estructuras ordinarias; en su lugar, idearon un sistema ingenioso de muros de contención y shicras, que funcionaban como amortiguadores sísmicos, dispersando la energía de los temblores y protegiendo sus edificaciones de posibles destrucciones.

Pero su sabiduría no se detenía en la tierra. Los caralinos levantaron la vista hacia el cielo, buscando comprender y predecir los patrones celestiales. En las afueras de su ciudad, construyeron un observatorio subterráneo, una maravilla de la ingeniería que les permitía seguir el curso de los astros con precisión. Las alineaciones de piedras que se extienden desde este observatorio hacia el horizonte no son meras coincidencias; son testimonios de su avanzado conocimiento astronómico, utilizados para marcar eventos significativos como solsticios y equinoccios.

Dominio de la Energía y la Agricultura

Los caralinos también fueron pioneros en el manejo de elementos como el viento y el fuego. Inspirados por el principio de Venturi, descubierto en Europa siglos después, crearon sistemas de ventilación subterráneos que permitían mantener el fuego encendido de manera constante, un logro notable que evidencia su comprensión de las leyes físicas.

En el campo de la agricultura, su ingenio fue igualmente impresionante. No se conformaron con el cultivo de una sola variedad de algodón; experimentaron y lograron cultivar múltiples tipos, cada uno con su propio color distintivo, lo que sugiere un conocimiento avanzado en selección y mejora de cultivos.

Contribuciones a la Ciencia Regional

Estos descubrimientos subrayan una verdad fundamental: la ciencia en la región no fue importada, sino que nació de la necesidad de resolver los desafíos cotidianos que enfrentaba esta civilización. Caral no solo sobrevivió; prosperó al aplicar el conocimiento científico para mejorar su calidad de vida.

Datos Adicionales y Gestión Ambiental

Hasta la fecha, se han identificado 25 asentamientos caralinos, y actualmente, 11 de ellos están siendo activamente investigados. Además, los caralinos demostraron su habilidad para gestionar su entorno de manera sostenible. Crearon sistemas de amunas, captando y redirigiendo el agua de lluvia desde las montañas a través de acequias, una técnica que les permitía irrigar sus campos y sostener su agricultura en un clima árido.

La civilización de Caral es un testimonio del ingenio humano y su capacidad para adaptarse y prosperar en armonía con la naturaleza.

Autor bibliotecaOculta.com

Por jaime