El museo de El Cairo, en Egipto, ha hecho público un papiro que desvela -según las tesis oficiales- el misterio de cómo se construyó la Gran Pirámide de Giza. Pero el misterio no hace más que empezar. Averigua por qué. Por Josep Guijarro
En 2013, un grupo de arqueólogos del Instituto Francés de Estudios Arqueológicos descubrió el puerto más antiguo del mundo en Wadi el-Jarf, a orillas del mar Rojo, a 180 kilómetros al sur de la ciudad de Suez, en Egipto. La infraestructura fue datada en el 2.500 a.C, es decir, fue contemporáneo a la época en la que el faraón Keops reinaba en Egipto. Los expertos creen, además, que la dársena fue durante la Cuarta Dinastía, uno de los puertos comerciales más importantes, siendo utilizado como canal para la exportación de cobre y otros minerales provenientes de la Península del Sinaí.
En Wadi el-Jarf también se encontraron un millar de piezas de papiros, entre ellas 40 que revelaron detalles sobre la rutina diaria de los egipcios de la época del faraón Keops. El resto requieren más tiempo para unirlas y restaurarlas.
Uno de ellos es un diario de trabajo que perteneció a un capataz llamado Merer. Lo singular es que, al parecer, participó en las obras de construcción de la Gran Pirámide y las autoridades egipcias lo exhiben ahora en el Museo de El Cairo.
“Son unos de los papiros más importantes, que fueron guardados en una caja desde que fueron descubiertos por la situación política en el país. Pero ahora hay que exponerlos en la primera fila del museo”, explicó en rueda de prensa el ministro de Antigüedades de Egipto, Jaled al Anani.
La mayor parte de los restos arqueológicos fue hallado en una zona del terreno que presenta 30 galerías talladas en el lecho rocoso, a unos cinco kilómetros de la costa, donde se almacenaban los barcos desmontados una vez que habían finalizado las expediciones que organizaban los egipcios regularmente hacia el Sinaí.
Los arqueólogos Pierre Tallet y Gregory Marouard, que dirigen el equipo que ha investigado el documento, señalan que los jeroglíficos representados en el papiro describen el proceso de construcción del gigante de piedra.
Según indica el capataz Merer en su diario, tenía a unos 200 hombres a su cargo.
El diario de trabajo, que abarca un periodo de varios meses, explica algunas de las operaciones relacionadas con las labores en las canteras de piedra a orillas del Nilo. Al parecer, la piedra caliza era extraída en Tura, una localidad situada cerca de Menfis, y transportada en barcos mediante un sistema de canales. El tiempo en que tardaba la embarcación en llegar al sitio de construcción de la pirámide, señalan los apuntes, era de aproximadamente cuatro días.
La mayoría de medios han aprovechado estos apuntes para asegurar que ya ha sido desvelado el misterio de la construcción de la Gran Pirámide y han cargado sobre quienes han mantenido que la construcción esobra de civilizaciones perdidas e incluso seres de otros planetas pero, en realidad, las anotaciones de Merer fueron realizadas durante durante el año 27 del reinado de Keops y, para entonces, la pirámide ya estaba casi terminada. Es decir, que sólo transportó las piedras del revestimiento externo y no los 2 millones de pesados bloques que constituyen el cuerpo de la pirámide.
Al parecer, además de él, el trabajo era supervisado por el visir Anjaf, medio hermano del faraón y que es descrito en el papiro como el “jefe de todos los trabajos del Rey”
Los oficialistas nada dicen de la famosa Estela del Inventario, una antigua inscripción jeroglífica, descubierta por el fundador del Museo de El Cairo, Auguste Mariette, en 1850 que da cuenta de la existencia de la Gran Pirámide en tiempos de Keops, a la que se denominaba “Templo de Isis”. Lo que conduce a pensar que los arquitectos de Keops sólo intervinieron en una estructura ya existente, cuyo origen se perdería en el pasado remoto.
También parecen dar la espalda al Canon de Turín, 160 fragmentos de un papiro que se conservan en el museo de la ciudad transalpina que incluyen una lista de reyes apócrifa. Fue descubierta en 1822 -prácticamente intacta- por el viajero italiano Bernardino Drovetti en la antigua Tebas. Aunque el célebre Champollion reconoció de inmediato su importancia, los egiptólogos actuales relegan la lista a un simple mito. ¿Por qué? Porque el documento menciona que en el principio de los tiempos, Egipto fue gobernado durante 11.000 años por un grupo de seres -mitad hombres, mitad otra cosa- a los que denomina Shemsu Hor.
Después de estos datos: ¿Crees que realmente se ha desvelado cómo y quién construyó la Gran Pirámide?
La transcripción de la estela dice lo siguiente:
“¡Que viva el Horus-Medyed rey del Alto y Bajo Egipto, Jufu [Keops], dotado de vida!, él encontró el Templo de Isis[así se conocía la Gran Pirámide en tiempos del faraón], Señora de las Pirámides, al lado del Templo de Hurun, en el noroeste del Templo de Osiris, Señor de Rosetau. Él construyó su pirámide al lado del templo de esta diosa y construyó la pirámide de la hija real Henutsen, al lado de este templo“.
Las inscripciones que contiene la estela son lo suficientemente claras para negar la propiedad de la Gran Pirámide a Keops, así como las otras dos existentes a Kefrén y Micerinos. Y lo más curioso es que, fue el propio Keops quien redactó esta estela, y donde él se erige -solamente- como constructor en Giza, de una de las pequeñas pirámides satélite que están junto a la Gran Pirámide, y que dedicó a una de sus mujeres, llamada Henutsen