El mundo podría enfrentarse a una amenaza sin precedentes el próximo año, ya que las redes energéticas de la Tierra podrían colapsar con el inicio de una tormenta solar masiva. La NASA, consciente de la gravedad del peligro, se prepara para lo que algunos han denominado el ‘apocalipsis de Internet’, una catástrofe que podría desencadenarse con la llegada de una enorme tormenta solar durante el próximo año.
Las tormentas solares son fenómenos comunes en nuestro sistema solar, pero también pueden ser extremadamente peligrosas. Aunque a veces se presentan como hermosas exhibiciones de luces aurorales, su impacto potencialmente devastador no debe subestimarse.
El reciente estallido del satélite SpaceX durante una tormenta solar sirve como un recordatorio vívido de la poderosa fuerza que pueden desatar estos eventos astronómicos.
La sonda solar Parker (PSP) de la NASA ha sido un paso crucial en la comprensión de estas tormentas, pero aún quedan muchas incógnitas por resolver. Los científicos han advertido durante mucho tiempo sobre las posibles consecuencias negativas de tales eventos, incluido el temido “apocalipsis de Internet”.
Entonces, ¿qué significa exactamente un “apocalipsis de Internet”? Aunque suene a ciencia ficción, la amenaza es real y tangible. Cuando una tormenta solar golpea la Tierra, los campos magnéticos resultantes pueden atravesar la atmósfera y enviar corrientes a través de la infraestructura eléctrica construida por el hombre.
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Las eyecciones de masa coronal (CME), impulsadas por el Sol a velocidades asombrosas, pueden viajar hasta 11,000,000 de kilómetros por hora y representan un grave peligro para nuestras redes eléctricas y de comunicaciones.
Si una CME de magnitud similar a la de 1859 impactara hoy, la electrónica de los satélites en órbita sufriría daños graves, lo que perturbaría los sistemas de navegación y comunicaciones, incluida la sincronización horaria GPS, vital para el funcionamiento de Internet.
Las consecuencias serían catastróficas: sin electricidad ni Internet, la sociedad se vería sumida en el caos y la parálisis. Por lo tanto, es crucial que estemos preparados para afrontar esta amenaza y tomar medidas preventivas para proteger nuestras infraestructuras vitales contra los embates del espacio exterior.