Los vastos desiertos de Nevada esconden algo más que malas hierbas y cactus. En lo profundo de este páramo yermo se encuentra una historia tan fascinante que es casi difícil de creer. Se rumorea que el Área 51 , una de las instalaciones militares más misteriosas de Estados Unidos, tuvo un residente único que no es de este mundo.

El misterio comienza: el accidente OVNI de Kingman en 1953
El 19 de mayo de 1953, nada más amanecer en Nevada, se llevó a cabo una prueba nuclear con el nombre en clave “ upshot knole ”. Momentos después de la explosión, los testigos informaron haber visto un objeto en forma de disco descendiendo rápidamente del cielo. Se dice que este OVNI se dirigió en dirección a Las Vegas antes de desaparecer en las montañas.
Apenas dos días después, un equipo de 40 ingenieros fue convocado discretamente a Kingman, Arizona (EE.UU.), a unos 280 kilómetros del lugar de las pruebas nucleares. ¿Tu misión? Investiga el accidente de un objeto volador no identificado.
Cuando llegaron en plena noche, el personal militar ya había asegurado el lugar del accidente, revelando una nave en forma de disco de 40 pies de diámetro que parecía notablemente intacta. Junto al barco se encontraban cuatro seres, lo que suscitó multitud de interrogantes.
De Kingman al Área 51: La transferencia secreta
La nave y sus ocupantes sobrenaturales fueron transportados a Groom Lake, más conocido hoy como Área 51. Ubicada en lo profundo de un anillo de montañas en el desierto de Nevada, el Área 51 era, en ese momento, un establecimiento escaso. Fue el aislamiento de esta instalación, rodeada de kilómetros de desierto deshabitado, lo que la convirtió en el lugar perfecto para estudiar los intrigantes hallazgos del accidente de Kingman.
J-Rod: el denunciante extraterrestre
Entre los seres encontrados en el lugar del accidente, destacó uno en particular: una entidad conocida más tarde como “J-Rod”. Este ser extraterrestre no sólo fue un superviviente del accidente de Kingman, sino que, sorprendentemente, colaboró con el gobierno estadounidense durante varios años.
El capitán Bill U House, ex piloto de la Armada y luego probador experimental de la Fuerza Aérea de los EE. UU., afirmó haber tenido contacto directo con J-Rod. Al describir su interacción, U House dijo que J-Rod se comunicaba de manera muy parecida a los humanos y ofrecía valiosos consejos científicos y de ingeniería.
Dan Beish, otro denunciante, afirmó su papel como microbiólogo responsable de garantizar el bienestar de J-Rod. Según U House y Beish, J-Rod residía en una cámara subterránea especial en el Área 51. A lo largo de los años, varias otras fuentes han sugerido la posibilidad de que extraterrestres colaboren con el gobierno de Estados Unidos.
Aunque el secreto que rodea al Área 51 hace que sea difícil confirmar la verdad sobre esta historia, la narrativa que rodea a J-Rod y el Área 51 ofrece una mirada cautivadora al potencial de conexiones interestelares que Estados Unidos pudo haber cultivado. Ya sea folklore o realidad, la historia de J-Rod y el Área 51 continúa cautivando nuestra imaginación, recordándonos los misterios que encierra el Universo.
F