Un equipo de científicos estima que puede haber cientos de miles de millones de planetas similares a la Tierra en la galaxia de la Vía Láctea que pueden albergar vida extraterrestre.
Los investigadores publican con frecuencia nuevos estudios y nuevas proyecciones porque las increíbles herramientas espaciales, como el telescopio espacial Kepler de la NASA, están proporcionando a los científicos más datos que nunca antes.
Por ejemplo, en 2012, los astrónomos analizaron los datos del telescopio buscador de planetas HARPS (High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher) del Observatorio Europeo Austral y concluyeron que podría haber decenas de miles de millones de planetas similares a la Tierra en nuestra galaxia.
Y, en 2014, un equipo de investigación evaluó la lista de exoplanetas confirmados, lo que llevó a la conclusión de que la Vía Láctea alberga cien millones de planetas que podrían albergar vida extraterrestre compleja.
Para este estudio reciente, los científicos aplicaron una idea conocida como la hipótesis de Titius-Bode a los exoplanetas detectados por Kepler. Science World Report explica: «La relación Titius-Bode es una hipótesis de que los cuerpos en algunos sistemas orbitales, incluido el del sol, orbitan en ejes semi-mayores en función de la secuencia planetaria».
El método de observación de Kepler lo hace sesgado hacia la detección de planetas que están muy cerca de sus estrellas. Así que los científicos aplicaron la idea de Titius-Bode de 200 años a los datos de Kepler.
«Usamos la relación Titius-Bode y los datos de Kepler para predecir las posiciones de los planetas que Kepler no puede ver», dice el profesor asociado Charley Lineweaver de la Universidad Nacional de Australia.
Los resultados llevan a los investigadores a concluir que «la estrella estándar tiene alrededor de dos planetas en la llamada zona de Ricitos de Oro, la distancia desde la estrella donde puede existir agua líquida, crucial para la vida».
Lineweaver afirma: «Los ingredientes para la vida son abundantes, y ahora sabemos que los entornos habitables son abundantes».
Pero especula: “Sin embargo, el universo no está repleto de extraterrestres con inteligencia similar a la humana que puedan construir radiotelescopios y naves espaciales. De lo contrario, los habríamos visto u oído hablar de ellos. Podría ser que haya algún otro cuello de botella para el surgimiento de la vida que aún no hemos resuelto. O las civilizaciones inteligentes evolucionan, pero luego se autodestruyen”.
Los hallazgos del equipo se publican en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society